Referencia: Conscriptos son movilizados a la frontera |
La historia de José Alberto Monge, ecuatoriano que se presentó a la defensa del Ecuador tras la agresión peruana de 1941.
Por: Alberto Chávez Cruz
El héroe más joven que Ecuador habría tenido en la guerra de 1941 contra las fuerzas invasoras del Perú, se llama José Alberto Monge Rodríguez, quien sin importar su edad, cuando el país no estuvo preparado ni equipado para combatir en guerra, él como parte de la enardecida población civil asentadas en las zonas fronterizas, prestó su apoyo cívico para defender la patria invadida.
El Personaje
José Alberto Monge Rodríguez, nació el 12 de abril de 1922 en el cantón Chinchipe de la provincia de Zamora cuyo origen del nombre se debe a la presencia del río Mayo-Chinchipe, que atraviesa el cantón de norte a sur delimitando con el cantón Palanda al norte, al oeste con la provincia de Loja y
al sur y este con el Departamento de Cajamarca, Perú.
Este personaje históricamente es descendiente de antiguos caciques de los Bracamoros en la parroquia Chito; a finales de la década de 1840 estuvo poblada y la dificultad de acceso a la zona evitó una intensa colonización pero luego de la guerra de 1941 recibió ola migratoria desde la provincia de Loja de campesinos y ciudadanos empobrecidos debido a las sequías en esa provincia; hoy es la principal conexión y entrada hacia ese país por medio del Puente Internacional La Balza que conecta con el Cuarto Eje Vial y por ser el tradicional centro de cultivo de chonta y guayusa.
En Chinchipe, estudio la primaria y luego se fue a Loja donde vivió 12 años, haciendo de todo para ayudar a sobrevivir a su familia.
La Guerra del 41
En el año 1941 parte de la provincia de Zamora Chinchipe y el país que estaban deshabitadas fueron invadidos por el Perú, con la consiguiente pérdida de mucho territorio, evento bélico de triste recordación de los ecuatorianos que cesó el 29 de enero de 1942 con la firma del Protocolo de Rio de
Janeiro, en Brasil.
José Alberto Monge, recuerda que frente a Chinchipe, el 5 de julio de 1941 en el lugar conocido como San Ignacio, los soldados peruanos que se habían preparado muchos años comenzaron a moverse armados de un lado a otro con intenciones de invadir y atacar territorio ecuatoriano.
“Tenía 18 años de edad. No era soldado. Era un civil. Todo el pueblo salió a pedir armas al Teniente Víctor Aulestia Mier (General fallecido hace 20 años) quien respondía que no tenía, pero nos entregó 1 ametralladora y 2 fusiles. No le quedó más que organizar los Pelotones de Macheteros y nos mandó a lugares críticos para defender la patria.
Me enviaron junto a un grupo de 30 personas al Rio Canchis, que sin embargo de estar en zona montañoso, con lluvias excesivas y bosque impenetrable nos favoreció porque tenía pasos para cruzar.
No tenía miedo. Mi corazón latía de un entusiasmo muy diferente al emocional. Era una sensación diferente. Pero ya estaba metido entre soldados y voluntarios. En todos predominaba la voluntad de defender nuestra patria”, relata.
Su Participación en Combate
A sus 96 años el “héroe del 41” comienza a recordar que:
“En esa ocasión, aunque joven no tenía miedo, sino que el hecho de que a la patria la estaban acechando uno como que la sangre le quema para defender lo que es suyo.
Desde Chinchipe hasta el sitio Gualingo en el río Canchis, siquiera caminamos 30 kilómetros y nos posicionamos en un lugar de fácil acceso para divisar los movimientos de los soldaos peruanos.
Mi trabajo fue abastecedor. Me movilizaba con mucha habilidad. Llegó el momento y cruzamos balas con los soldados peruanos aprovechando que ellos desconocían el terreno. Ellos estuvieron mejor armados y vi como gente ecuatoriana caía.
Yo no disparé ni un tiro porque simplemente fui abastecedor, pero sentía rabia y coraje. En ese lugar estuvimos un pequeño grupo de ecuatorianos y unos pocos soldados para defender la patria, en su mayoría sin entrenamiento militar y sin armas.
En los momentos en que el área quedaba en silencio, nosotros hacíamos un rápido reconocimiento e inmediatamente sin darles tiempo nos acordábamos de nuestros compañeros o amigos muertos disparábamos contra los invasores. Cayeron siquiera 19 muertos y quedaron aproximadamente 300 heridos.
Así pasaron los días, cuidamos el sector amazónico, bebíamos el agua de los riachuelos y comíamos frutas y montes que existen en el sector del rio Canchis.
Mantuvimos abiertos los ojos todos los días para cuidar nuestro territorio. Allí permanecimos durante 3 meses hasta que recibimos la orden de retirarnos”, cuenta.
La Invasión
Mientras José Alberto Monge, joven ecuatoriano combatía en la provincia fronteriza de Zamora Chinchipe, en la provincia de El Oro, el desarrollo de los acontecimientos era devastador.
Según el coronel ecuatoriano Luis A. Rodriguez, comandante de las fuerzas ecuatorianas que defendió la provincia de El Oro durante la guerra, los incidentes del 5 de julio se iniciaron cuando una patrulla fronteriza ecuatoriana encontró a algunos civiles peruanos, protegidos por policías, limpiando de vegetación un terreno en lado ecuatoriano del río Zarumilla. Al divisar a la patrulla, los policías peruanos abrieron fuego y mataron a un soldado.
Esto fue seguido por un intercambio de disparos entre las tropas ubicadas a ambos lados de la frontera, a la vez que dos oficiales ecuatorianos fueron enviados a Aguas Verdes para hablar con el oficial al mando. Ellos fueron advertidos por las autoridades peruanas de volver a sus líneas.
De cualquier forma, la fuerza peruana, más numerosa y mejor equipada, superó fácilmente a las fuerzas ecuatorianas que constaban de aproximadamente 1.800 hombres, retirándolos de las orillas del Zarumilla e invadiendo la provincia de El Oro. Perú también realizó varios bombardeos aéreos en las ciudades ecuatorianas de Huaquillas, Arenillas, Santa Rosa, Pasaje y Machala y Puerto Bolívar donde el 31 de julio de 1941 paracaidistas peruanos lo tomaron.
Otra vez a la vida militar
Tres años después José Alberto Monge, fue reconocido como Héroe de Guerra, ascendido a Cabo en su provincia, luego fue trasladado a Loja y su madre Lugarda Rodríguez, se interceptó explicando que como era único hijo que la ayudaba, no podía seguir en la carrera militar y quedarse sola.
En 1951 vino a vivir en la provincia de El Oro, se asentó en la parroquia de Chacras, cantón Arenillas.
Cuenta que en 1981, cuando Ecuador y Perú volvieron brevemente a enfrentarse bélicamente por el río Cenepa en la Cordillera del Cóndor, los enfrentamientos se dieron en las localidades de Paquisha, Mayaycu y Manchinaza, se presentó como voluntario para nuevamente defender la patria.
Nada de Estímulos
Confiesa el héroe de guerra que: “en el gobierno del doctor José María Velasco Ibarra, no pude recibir condecoración porque dispuso que lo reciban los soldados y las personas que constaban en los partes militares.
La lista en la que se incluyó mi nombre fue llevada por un mensajero que desde Chinchipe a Quito demoraba 30 días. Resulta que ese mensajero jamás llegó a su destino, posiblemente sufrió algún accidente o falleció en el camino”, afirma quien ha recibido varias condecoraciones y estímulos por su servicio a la patria.
José Alberto Monge Rodríguez |