domingo, 1 de abril de 2018

11 de Septiembre de 1941: Emboscada de Cune

Soldados ecuatorianos antes de partir al frente. Los soldados de este pelotón inspirarían el filme ecuatoriano "Mono con Gallinas"

La emboscada de Cune o Porotillo fue una acción conjunta entre civiles y militares ecuatorianos, donde la información e inteligencia militar acabaron con un grupo de reconocimiento peruano que buscaba una ruta para llegar a la ciudad de Cuenca.


A las 3 de la tarde del 15 de Agosto de 1941 el Coronel Agustín Albán Borja, Jefe de III Zona Militar de Cuenca, llama a su despacho al entonces Capitán Julio Cabrera Vega, ordenándole que tome a su mando una compañía de conscriptos del Batallón «Jaramijó», acuartelados en esa ciudad y establezca un reducto defensivo en el puente de Ushcurrumi, sobre el río Jubones, para impedir la invasión peruana a la provincia de Azuay.

En ese mes de agosto nuestra Patria atraviesa una difícil etapa, la única de desesperación total que hayamos vivido en este siglo. La provincia de El Oro está ocupada por el ejercito peruano que con el humilde nombre de "Agrupamiento del Norte" comanda el General Eloy G. Ureta, para engañar los demás países del continente haciéndonos parecer a nosotros como agresores y a ellos como víctimas.

Desde Rancho Chico hasta Alto Matapalo nos atacan ferozmente con apoyo de la aviación militar que causa bajas y abre flancos a discreción. Todo es sorpresa y temor en nuestro bando, los miembros del Estado Mayor no atinan a organizar las pocas fuerzas de que disponen y terminan por retirarse, siendo imitados por el elemento civil que huye del soldado enemigo porque sabe que no será respetado.

Comienza el éxodo de toda una provincia, hecho jamás registrado en nuestra historia y al que con justicia se ha denominado "El descalabro del 41".

Porotillo se encuentra la Provincia de El Oro, al limite de la provincia de El Azuay, parte del río Jubones hace de límite natural entre ambas provincias

La Orden: "Vencer o Morir"

"Salga inmediatamente de Cuenca y no permita que avance el invasor". Tal la consigna que el Capitán Cabrera recibe del Coronel Albán Borja, le acompañan 56 conscriptos de los más listos y valientes, numerosas provisiones de boca y municiones, así como los necesarios rifles y 4 ametralladoras Z-B. Con esto Cabrera viaja a Girón, arenga a la tropa y la bautiza "Vengadores de El Oro" bajo el juramento de salvar a la Patria o morir en la contienda.

El 18 llegan a Girón donde se le une el Mayor Miguel Ángel Estrella Arévalo quien asume el mando por ser el oficial de mayor graduación, con una escuadra de 10 individuos, telefonistas del Batallón «Montúfar» y juntos emprenden viaje a Catavino, Minas, Tendal y Sarayunga, adonde arriban el 21 y esperan hasta el 23 al Coronel Albán, que llega con el Jefe de Estado Mayor de la Zona, Tte. Cor. Francisco Martínez, a inspeccionar la tropa.

La zona es boscosa y caliente: aquí las últimas estribaciones de la cordillera de los Andes en su ramal occidental se pierden en los nudos de Portete y Guagrahuma, para dar paso el correntoso Río Jubones. En este ambiente, que más recuerda al África que América, se mueve la compañía con solo 5 meses de precaria instrucción militar.

Solo la juventud de sus miembros y el fervoroso amor al terruño les hace continuar la marcha en medio de hondas gargantas y serpenteados ríos como el San Francisco y el Rircay, que atraviesan por débiles tarabitas, siempre de bajada hacia la costa con vista al mar, para encontrar al enemigo.

El calor afecta a la mayoría que no está acostumbrada a él, algunos jamás han salido de Cuenca. Los mosquitos hincan punzantes aguijones en sus cuerpos y algunos casi desfallecen, pero siguen andando.

Al fin en la madrugada del 26 llegan al puente de Ushcurrumi y reconocen cautelosamente el sector; saben que las tropas peruanas han ocupado Arenillas, Santa Rosa, Machala y Pasaje en otras palabras, casi toda la provincia de El Oro y para colmo se disponen a ocupar el rio Jubones para entrar en Cuenca y Loja en una maniobra envolvente.

El 9 de Septiembre se les une el Tnte. Crnl. Luis R. Maldonado al mando del Batallón «Yaguachi» de caballería, que llegan a pie porque los caballos han sido devueltos a Girón para que no mueran de sed y hambre.

Las más: Las armas de 1941


Plan defensivo

Previo un exhaustivo reconocimiento del terreno se planifica la defensa de la zona, estableciendo a la tropa en las siguientes posiciones:

1) La posición central hasta las márgenes del Río Cune entre los puntos La Unión y Porotillo cuenta con 40 hombres y 4 ametralladoras.

2) En las alturas de La Unión existe un local de madera debidamente entablado que ha sido abandonado y antes servía de escuela. Allí se apostan 20 soldados y 1 ametralladora asignándoles de Jefe al Teniente Angel Zurita, para que observen al enemigo día y noche y comuniquen sus avances por teléfono a la central del río Cune.

3) Al sitio «Tres Banderas» se movilizan 6 conscriptos al mando del Sargento Cadena para cuidar ese flanco y como patrulla de seguridad dotándoles de otro teléfono.

El plan está dirigido a vigilar el avance peruano desde «La Unión» permitiéndoles su ingreso a la zona preparada para la batalla, situada entre las breñas de la cordillera y el turbulento Jubones, en un plano seminclinado de 100 mtrs. de fondo por 2 kilómetros de largo.

El Puente de Ushcurrumi era necesario para los peruanos para controlar el paso a Cuenca y dirigir una invasión hacia Loja.

Preparativos para la acción militar

El Capitán Cabrera establece el Puesto de Mando en una choza ubicada en Porotillo como a un kilómetro del Río Cune, donde el Mayor Estrella ha instalado una estación telegráfica para comunicarse con el Comando de Zona en Cuenca y una central telefónica para hablar con los repartos de avanzada en Cune, Tres Banderas y La Unión.

Igualmente funciona un servicio sanitario atendido por el Cap. Alberto Alvarado Cobo y un enfermero y otro servicio de Rancho donde se preparan los alimentos bajo una ramada, sin diferencias ni mezquindades entre la oficialidad y la tropa, con comestibles traídos de Cuenca a lomo de mula.

Cabrera dispone que la tropa limpie la garganta donde sorprenderá a los peruanos. La yerba es rosada y quemada dándose la apariencia de terrenos aptos para la siembra; esto se hace con 40 machetes en una extensión de 100 mt de frente por 160 de profundidad.

También se levantan emplazamientos a base de palas y zapapicos para evitar fuego aéreo y de artillería y disimular las ametralladoras.

Muy por la mañana del martes 9 de septiembre todo esta listo y se presenta en La Unión un campesino ecuatoriano llamada Olmedo Dávila que hace sonar un cuerno para llamar la atención.

Dávila indica que los peruanos le tienen de sirviente en Casacay y que ha oído que una columna de 15 hombres explorará estos terrenos a eso de las 11 para ver si la zona está abandonada y enviar otras más con la intención de armar un puesto de avanzado para facilitar la entrada al grueso de la tropa de 800 hombres que allí están destacados, regresando inmediatamente para evitar que noten su ausencia.

A la hora convenida ven aparecer a la vanguardia enemiga que recorre la región y regresa a sus cuarteles en las primeras horas de la tarde. Esa noche los nuestros avanzan por el Jubones, reconocen las agrestes soledades y retornan tranquilo a la Unión, encontrando en el camino a un explorador enemigo al que apresan y le arrancan datos de enorme interés. Poco después el prisionero huye y por supuesto, muere en el intento.

Últimos detalles antes de la acción

En la madrugada del miércoles 10 los nuestros conocen que el alto mando peruano ha ordenado al destacamento que ocupa San José de El Pasaje y Casacay, inicie la penetración hacia el Jubones a pesar de la tregua suscrita el 31 de julio entre Perú y Ecuador, por la que se suspendieron las hostilidades hasta segundo aviso, para dar tiempo a los países mediadores a que designen sus representantes con el fin de obtener la paz.

El dato lo proporcionan el preso peruano y un civil ecuatoriano de apellido Palacios, que vive en el sector, trabajando unas tierras de su propiedad.

El día transcurre sin novedad y los nervios se crispan. Mas el jueves 11 - glorioso para nuestros fastos cívicos - el Cap. Gabriel Mogrovejo Quintanilla que ha reemplazado en la Unión al Teniente Zurita, que pasa a Cune, a eso de las 10 y 46 avisa que los primeros soldados peruanos entran en la zona de emboscada.

Después se sabrá que vienen al mando del capitán Alfredo Noboa Cava, Teniente Alipio Ponce Vásquez de la Guardia Civil, y Alférez Luis Reynafarge Hurtado del Ejército. Son 25 hombres de tropa y 3 oficiales los que atraviesan cerca de las alturas de La Unión y siguen a sólo 1 kilómetro de Porotillo.

Sorpresa y la muerte de casi todos

A las 11 de la mañana la columna invasora dobla la curva del camino y entra en el espacio que se ha abierto ex profeso y está bordeado por montones de piedras que ocultan a los defensores. Noboa Cava ha venido haciendo disparos a las casas del camino para comprobar que están abandonadas.

Tres largos minutos dura el avance desprevenido hasta introducirse completamente en el círculo mortal y ya estando a solo diez metros de la orilla del rio, el Capitán Cabrera les dispara su revólver y las 4 ametralladoras Z-B entran en acción seguidas por 55 fusiles que hacen blanco casi a quemarropa.

La tropa es diezmada y caen acribillados entre las estribaciones de la cordillera donde están los 6 conscriptos del Sargento Cadena, la orilla del Cune y el río Jubones que sigue su curso.

No hay salvación posible; un solo peruano logra echarse al río y llega despavorido a Casacay donde relata el percance a sus superiores. Otro menos afortunado muere despedazado en la correntada, los demás corren a la retaguardia y caen bajo los certeros disparos del Cap. Mogrovejo y su gente.

Varios mueren a pie firme sin atinar a disparar más que unas pocas veces porque no divisan a los nuestros. En total mueran 24 hombres y su jefe Novoa Cava - que fue de los que alcanzó a correr harta La Unión “18 fallecen en Cune y 6 en La Unión”.

Cascos peruanos del pelotón emboscado, actualmente se encuentran en el Museo de la Escuela Militar Eloy Alfaro.

Anécdotas del Combate

Ni un solo ecuatoriano sale herido en Porotillo y tampoco registran muertos. Los peruanos son enterrados en el campo bajo una sencilla cruz hecha con dos toscos leños y la leyenda siguiente: «Capitán Noboa Cava, 2 oficiales y 23 hombres de tropa. Porotillo, 11 de Septiembre de 1941».

Un peruano se había hecho el muerto detrás de un tronco en Cune y al verse sorprendido levanta sus manos en señal de rendición por lo que es tomado prisionero y trasladado a Cuenca, para ser canjeado con posterioridad con prisioneros ecuatorianos.

En el panóptico de Quito, donde guardó corta prisión, se declaró medio ecuatoriano por ser hijo de madre nativa de Loja- Vayase a saber si sería verdadero el dato.- ¡El susto que habrá pasado en Porotillo!

Los vencedores son ascendidos y algunos reciben la «Cruz de Guerra», la más alta condecoración militar que concede al ejercito ecuatoriano a sus héroes.


Importancia de la acción de Cune 

Esta acción, única en la invasión del 41, repercute en el espíritu del enemigo frustrando sus planes de invasión a la sierra ecuatoriana, levanta la moral de los nuestros para hacerles formar la llamada «Segunda Línea de Defensa» luego de la pérdida de El Oro.

Al Perú se le hubiese hecho muy dificil cruzarla por el estímulo que para los nuestros significó Porotillo, que 7 días después hizo posible la exitosa defensa de la garganta de Panupali, el 18 de Septiembre, cerca de Loja. Ambas acciones terrestres, el ataque aéreo contra el BAE Atahualpa, la acción naval de Jambelí y Quebrada Seca son las victorias ecuatorianas en el 41.


Acusaciones del Gobierno peruano y la prensa

Después de Porotillo las radios de Lima perifonean el siguiente mensaje: "Los ecuatorianos son invasores cobardes de las zonas legítimamente ocupadas; invasores alevosos y Jeremías hipócritas que viven deletreando su debilidad y miseria ante el mundo, pidiendo misericordia al continente; abusando de la misericordia del ejército peruano que puede reducir a polvo y cenizas en pocos minutos a las ciudades de Ecuador; masacradores salvajes en las sombras de la noche porque no pueden medirse de frente con los gloriosos soldados peruanos"... ¡Tanto les duele la derrota!.

Estas acusaciones son oídas por los mediadores militares de Brasil, Chile, Argentina y los Estados Unidos que el 22 de Septiembre concurren al sitio de la batalla conjuntamente con lo representantes del Congreso ecuatoriano Julio Teodoro Salem y Teniente Pedro Concha Enríquez y el Comandante Superior del Ejército Crl. Alberto C. Romero y se dan cuenta que Porotillo está ubicado a una jornada de Casacay, sitio de avanzada peruano.

Además, del lado ecuatoriano hallan los cadáveres peruanos y del otro lado, ninguno nuestro, con lo que se desbarata el infundio y el gobierno nacional asciende "Por mérito de Guerra" a los oficiales combatientes en Porotillo, Cuenca y Loja se han salvado merced a ellos.

Lea más: Las victimas de Porotillo: Bombardeos a Tenguel y Balao el 15 de Septiembre de 1941

Diario El Comercio de Lima publica un comunicado rechazando la emboscada de Porotillo y el combate de Panupali.

Epílogo

En Porotillo se aplican por vez primera las tácticas del General Negroni, Jefe de la misión Militar italiana, que aconsejaba en 1938 en la Escuela Militar "Eloy Alfaro", que Ecuador sólo podría defender sus fronteras mediante golpes de compañías, para lo cual, cada reparto debía gozar de autonomía táctica y logística, ¡La guerra de guerrillas!.

La acción de Porotillo dio al Ecuador una ventaja militar de las zonas aledañas hasta las 6 de la mañana del 15 de septiembre, ya que el Teniente Coronel Maldonado y el Batallón «Yaguachi» abandonan su posición regresando a Cuenca. Años después se le inculpaba por este hecho.

Sin embargo el triunfo obtenido en Porotillo despertó el sentimiento cívico ecuatoriano, detuvo el avance enemigo y salvó dos provincias de un ataque envolvente, definitivo y total.

Entre las prontas amenazas peruanas estaban iniciar el asedio a Guayaquil o un desembarco a Santa Elena, pero Perú no podia atacar a sus "zonas aliadas" en nuestro país, como el Consulado de Estados Unidos en Guayaquil. Imprudentemente su aviación el 15 de septiembre atacó las haciendas bananeras de Tenguel y Balao donde habían funcionarios de la United Fruit Company, lo que provocó que pidan protección especial a su Gobierno por los ataques desmesurados de la aviación peruana.

Al paso arrollador de sus tanques, aviación y artillería lograron en una campaña de 26 días romper las defensas de El Oro, y sin respetar el cese al fuego, entraron a Puerto Bolivar y Machala sin resistencia ecuatoriana.

Los ocupantes llegan a Pasaje el 3 de Agosto de 1941 y se instalan pronto en la Municipalidad y la hacen centro de operaciones para realizar un próximo movimiento que hubiese catapultado nuestra devacle como nación.

Su objetivo era hacerse de los puentes aledaños y estudiar las rutas de la infiltración para un posterior avance a Cuenca y hacerse de la ciudad de Loja, si ocurría eso, con tres provincias ocupadas, Ecuador hubiese quedado a merced de los invasores y a su propia suerte.

Las más: Porotillo, el castigo al invasor.

El armamento y material de guerra capturado a los peruanos son los siguientes:

* 1 morral
* 7 carabinas
* 9 bandoleras
* 20 cascos de acero
* 2 vainas de yatagán
* 2 ametralladoras Z-B
* 3 yataganes con vaina
* 1600 cartuchos Mauser
* 80 cartuchos Thompson
* 5 cajas para alimentadoras
* 4 alimentadoras Thompson
* 1 fusil ametrallador Thompson
* 61 alimentadoras de ametralladora Z-B

Casco Adrian, de origen francés. El Ejército peruano, de larga tradición militar francesa, usaba este mismo casco pero con una ligera modificación. En vez del emblema galo, se usaba un Sol Radiante, símbolo del Perú.

Bayoneta regular

El yatagán es una especie de sable o alfanje usado en oriente medio. Está provisto de doble curvatura, lo que facilita su uso indistinto de corte o punta. De un filo y contrafilo corrido al exterior. Su empuñadura se caracteriza por tener dos protuberancias en el "pomo" denominadas orejas que sirven para que no se deslice la mano.  
Fusil Mauser 1891/1912 Peruano



Fusil Mauser 1909 Peruano
Uniforme militar peruano durante la campaña de 1941, actualmente se encuentra en el Museo de la Escuela Militar Eloy Alfaro.

INFORME PERUANO DE UN SOBREVIVIENTE A LA EMBOSCADA 

El oficio Nº88-C da detalles de la emboscada al pelotón Reynafarge:

(...) ayer, 11 de setiembre, a las 05.00 horas, en cumplimiento de una misión de reconocimiento, salió en dirección del puente Ushcurrumi el Cap. Alfredo Novoa Cava al mando y cuatro Guardias Civiles, en total 34 hombres: 3 oficiales y 31 individuos de tropa.

Siendo más o menos las 13.00 hs, al llegar a la región de POROTILLO, el reconocimiento fue atacado sorpresivamente de frente y los flancos por tropas enemigas que ocupaban la región. La acción duró 30 minutos, cuando soldados enemigos que hacían fuego de los flacos, bajaron al camino y cortaron la retirada del reconocimiento, presentándose por retaguardia.

El Sgt 2do Jorge Novoa Gonzáles, del pelotón del Alférez Luis Reynafarge Hurtado, refiere haber dejado en el camino, mortalmente herido por una bala que le atravesó el vientre, al Capitán Alfredo Novoa y muertos el Tte. de la Guardia Civil Alipio Ponce Vásquez y al alférez Luis Reynafarge Hurtado.

Vio, además, algunos soldados muertos y oyó los gritos de los heridos, que eran repasados con bayoneta. El sargento Novoa y un guardia civil se precipitaron al río, siendo arrastrados por la corriente en un cierto trecho (no se tiene noticias del guardia civil) (...)

INFORME ECUATORIANO SOBRE LA ACCIÓN DE POROTILLO

(...) Conocedores de este movimiento, un pelotón del Grupo “Yaguachi”, una pequeña fracción del batallón “Jaramijó” y alícuotas del batallón de Ingenieros “Montufar", planificaron la ejecución de una emboscada.

Una vez dispuesto el personal en lugares estratégicos, esperó pacientemente, la llegada de la columna peruana. A las 11h30, aproximadamente, aparecieron los elementos de seguridad del grueso de la columna del capitán Novoa Cava.

El capitán Gabriel Mogrovejo por disposición del Tcrn. Maldonado, los dejó pasar para después, una vez que el pelotón fuera atacado por el personal emboscado, taponear la posible vía de escape. Cuando la columna peruana entró en la “zona de aniquilamiento” se dio la señal de abrir fuego. Una lluvia de proyectiles vengadores hizo impacto en los soldados peruanos, aniquilándolos de contado.

Los despavoridos sobrevivientes pretendieron huir por donde llegaron, pero fueron dados de baja por el personal del capitán Mogrovejo, que ocupaba posiciones camufladas. La acción duró aproximadamente 15 minutos, pero fue suficiente para que el pelotón peruano fuese aniquilado por completo.”


Consecuencias 

El sargento Novoa, quien logró alcanzar el río Jubones para luego dirigirse a Pasaje, en un Parte narró lo ocurrido. Como represalia, el mando peruano ordenó ipso facto el bombardeo de Balao, Tenguel y de toda la margen derecha del río Jubones donde había concentraciones de tropas.

Además, consideró roto el cese al fuego y ordenó la ocupación de la provincia de Azuay la cual no se llevó a cabo gracias a una intervención diplomática que buscaba evitar la escalada del conflicto.

La acción de Porotillo se da porque el Perú no respetó "el nuevo status quo" de la zona desmilitarizada una vez iniciado el cese al fuego, ¿Qué hacían sus tropas fuera de esa área?, nuestros soldados seguían alerta pese al repliegue y muy dificil creer que esta expedición al percatarse de nuestras fuerzas, hayan respondido con elogios y halagos.

Datos curiosos:

Pese al estado de guerra y de ocupación a la provincia de El Oro, el Ministro de Obras Públicas del Ecuador, Ing. José Antonio Gomez, reconocía el avance de las obras de la carretera Girón-Pasaje, muy cerca al sector en donde sólo semanas atrás había caído abatido el grupo de reconocimiento peruano.

Visita del Ministro de Obras Públicas a la construcción de la carretera Girón-Pasaje, en Rircay. Con las construcción de esta carretera, Cuenca contaría por primera vez con una vía motorizada hacia Machala. Fuente: Museo Pumapungo. 

En la vía Pasaje – Uzhcurrumi, está construida la capilla en honor al Combate de Porotillo o Cune, cada 11 de septiembre se conmemora a todos los héroes ecuatorianos que perdieron la vida en la guerra contra Perú. A 20 minutos del centro de la ciudad se encuentra este espacio, que da la bienvenida a los visitantes con un monumento, donde fue colocada la bandera del Ecuador y una placa por parte de los valientes compatriotas, dedicada al Coronel Miguel Ángel Estrella. “Quien luchó junto a sus tropas, en acción de armas detuvo y destruyó al invasor peruano en este sitio”, señala el texto de la placa.

En el cementerio de Tumbes se entierra a las victimas de Porotillo. Con casco y anteojos oscuros, el General Eloy Ureta.


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