Portada de Diario El Universo el 1 de Agosto de 1941 informando sobre el anuncio del cese al fuego. |
Capítulo V
La primera batalla diplomática
Argentina presiona para detener el fuego
Continuamos presentando fragmentos del libro "Tres días de Guerra. Ciento ochenta de negociaciones, Perú Ecuador, 1941-1942" del historiador Ernesto Yepes, editado por la Universidad Agraria y la Universidad del Pacífico. A partir de esta entrega se ingresa al corazón del libro: las largas negociaciones que siguieron al conflicto militar y que concluyeron en el Protocolo de Río de Janeiro.
El conflicto militar había durado tres días. La batalla diplomática que comenzó al día siguiente prácticamente duró seis meses. Muchas cosas ocurrieron en esas veinticuatro semanas. Derrotado el ejército ecuatoriano, los gobiernos de Argentina, Brasil, Estados Unidos se abocaron en conseguir que la paz no se firmara en los términos del vencedor, y el Perú, a que no se regresara a la inestabilidad anterior al conflicto militar.
Esta diferente perspectiva se expresaría activa a lo largo de los tres grandes ejes conflictivos que de allí en adelante definieron las relaciones entre todas las partes involucradas: a) el cese de hostilidades; b) el retroceso de las fuerzas militares y c) el problema de la delimitación de la frontera.
El texto que aquí presentamos da cuenta del primero de esos momentos que comienza el mismo 23 de julio, cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina lanza su famoso "llamado supremo" para suspender las hostilidades militares y detener el avance de las tropas peruanas en territorio ecuatoriano.
La cancillería peruana siente el impacto de la dramática apelación de Buenos Aires. El 25 de julio, Solf y Muro se reúne con los representantes de Argentina, Brasil y Estados Unidos. Según el embajador norteamericano en Lima, Norweb -en versión que Lima niega-, el canciller peruano se habría comprometido a aceptar que los mediadores fijen fecha y hora para detener las hostilidades militares y a proceder con el retiro de tropas hasta 15 kilómetros detrás de la línea de status quo cuando Ecuador ordene un procedimiento similar.
Sumner Welles en Washington se apresura a tomar la iniciativa. Convoca de inmediato a los representantes de Argentina y Brasil al Departamento de Estado. Fija el 26 de julio a las 6 de la tarde para cesar las hostilidades.
Entre tanto el 27 de julio Solf y Muro -luego de consultar con el presidente Prado y probablemente los mandos militares- comunica a los representantes de los tres gobiernos amigos que el Perú fijará una hora para el cese de hostilidades en cuanto Ecuador anule el decreto de movilización militar que ha puesto en vigencia el 24 de julio.
Estados Unidos protesta, expresa que es un paso atrás. Luego de un forcejeo en el que participan las cinco cancillerías, Ecuador, con reticencia, anula el 31 de julio el decreto. Ese mismo día el ejército peruano recibe la orden de suspender el fuego a las 6 de la tarde.
Una vez logrado el acuerdo del cese de las acciones, Washington insistirá de inmediato en el segundo punto de negociación, el de la retirada de tropas a 15 km de la línea de status quo de 1936.
Welles no admite en esto concesiones.
Y aunque las presiones sobre Lima son fuertes, el Perú también da señales de mantenerse inamovible: no se retirará en tanto no se aborde el problema en su conjunto. En el seno de los representantes de los tres países surgen voces que reclaman a Washington más flexibilidad. Insisten en que ni Prado ni ningún civil en el Perú podrá obligar al ejército de Ureta a retroceder 15 km detrás de las posiciones que habían tenido antes de que comenzara el conflicto de julio sin haber conseguido nada a cambio. Pero Welles es infranqueable: sin esa retirada no cabe pensar o abordar el siguiente paso.
23 de julio
Un "llamado supremo".
De Buenos Aires a Lima (y a Quito)
"El gobierno argentino hace un llamado supremo al gobierno del Perú (y Ecuador) a fin de que, consciente de su responsabilidad y hasta donde esté en su poder, se suspendan las actividades divulgadas por la prensa, a fin de permitir por lo menos un comienzo efectivo de la conciliación, cuyos procedimientos iban a iniciarse en Buenos Aires con tan justificadas y necesarias esperanzas", señala en su párrafo final el llamado hecho por el gobierno argentino, cuya copia fue enviada a Washington por el señor Tuck, encargado de negocios a.i. para información del Secretario de Estado.
24 de julio
Ecuador acepta
De Quito a Buenos Aires
Quito, al responder afirmativamente a Buenos Aires, señala que "el gobierno ecuatoriano está listo para tomar cualquier curso de acción, acorde con su honor nacional, que pudiera conducir a una solución pacífica del actual conflicto".
25 de julio
Lima responde por escrito
Solf y Muro responde al "llamado supremo" del canciller argentino
De Lima a Buenos Aires
"El Gobierno del Perú, de conformidad con su aceptación de las sugestiones amistosas de los oferentes de los buenos oficios de 9 de julio último, declara que se halla dispuesto a ponerlas en práctica y a suspender las actividades bélicas que él no ha iniciado y no tiene interés alguno en sostener. Para ello expresa a Vuestra Excelencia su conformidad de que continúen las gestiones diplomáticas iniciadas entre los países oferentes y las Cancillerías de Lima y Quito".
25 de julio
La declaración oral de Solf, según Norweb
De Lima a Washington
"El ministro peruano de Relaciones Exteriores acaba de declarar que el Perú aceptará el establecimiento por parte de los mediadores de una fecha y hora definitivas para el cese de hostilidades", comunica Norweb a Welles.
Según el diplomático norteamericano, el ministro hizo particular referencia -entre otros puntos- a "que el gobierno peruano está dispuesto, como lo ha señalado anteriormente, a proceder con el retiro de tropas -hasta 15 kilómetros detrás de la línea de status quo- cuando el gobierno del Ecuador ordene un procedimiento similar".
"Mencionamos" -continúa Norweb- "la posibilidad de que los Ministerios de Relaciones Exteriores de los países mediadores comuniquen a las dos partes una fecha fija- tan pronto como sea posible- para ejecutar estas medidas pacíficas, suponiendo que ellas fueran (aceptables) para el gobierno ecuatoriano".
"El ministro añadió que podemos contar con la aceptación del gobierno peruano".
26 de julio
Welles propone cesar de inmediato el fuego (hoy)
De Washington a Quito
"El ministro de Relaciones Exteriores del Perú señaló ayer que el Perú aceptará el establecimiento de una fecha y hora definitiva para el cese de hostilidades por parte de los mediadores. El Departamento está proponiendo a los ministros de Relaciones Exteriores de Argentina y Brasil se escoja las 6 pm. de hoy (como momento del cese de hostilidades, EY). Sus colegas de Argentina y Brasil recibirán instrucciones de unirse a usted para presentar ante el gobierno ecuatoriano una declaración conjunta en este sentido. Por favor, manténgase en contacto cercano con esos representantes", escribió el Subsecretario Sumner Welles a su legación en Quito.
26 de julio
Solf promete consultar con Prado
De Lima a Washington
"Los embajadores de Argentina, Brasil y yo acabamos de ver al ministro de Relaciones Exteriores. Recibió la propuesta con simpatía. Prometió ver inmediatamente al presidente y hacernos saber la hora más temprana en que el Perú podría ordenar el cese de hostilidades", comunica Norweb a Welles. Solf y Muro también fue informado de que el Ecuador aceptó el cese para las 6 pm. de este día.
27 de julio
Perú plantea sus condiciones para detener el fuego
De Lima a Washington
"El ministro de Relaciones Exteriores acaba de decirnos que si el gobierno de Ecuador anula su decreto de movilización y promete a los tres países amigos proteger la seguridad personal de los peruanos residentes en Ecuador, el Perú, tan pronto reciba una respuesta favorable a estos puntos, fijará -en 24 horas o menos- una hora para el cese de hostilidades". Norweb.
28 de julio
Welles presiona
De Washington a Lima
Welles informa al embajador Norweb de las acciones que está emprendiendo en Quito: " estoy sugiriendo a los gobiernos de Argentina y Brasil que den instrucciones a sus representantes en Quito de unirse a nosotros con el fin de apresurar al gobierno ecuatoriano respecto a: (a) anular o derogar su decreto de movilización y (b) la promesa de proteger la seguridad personal de los peruanos residentes en Ecuador".
Respecto a Lima, pide a Norweb que " haga el esfuerzo por inducir al ministro peruano de Relaciones Exteriores a fijar mañana una hora definida para el cese de hostilidades, dependiendo de la aceptación ecuatoriana de las condiciones mencionadas".
28 de julio
Argentina también presiona a Quito y Lima
De Argentina a Washington
El embajador de Estados Unidos en Argentina informa que Ruiz Guiñazú está presionando sobre Quito (para que acepte las condiciones peruanas) y sobre Lima (para que establezca fecha y hora para el cese de hostilidades).
28 de julio
La amenaza latente
Washington: documento interno
En una conversación de Hull con Welles surgió la interrogante "de si convocar o no a una reunión de cancilleres de las repúblicas americanas para tratar este asunto". Esta era una acción que, naturalmente, inquietaba a Lima.
28 de julio
Prado no menciona el cese de hostilidades
De Lima a Washington
Norweb informa que el presidente Prado, en su mensaje anual ante el Congreso, " se lanzó en una enfática denuncia al Ecuador y a la glorificación de las proezas de las armas peruanas durante las actuales hostilidades limítrofes. No tocó (repito no) en principio, el acuerdo del gobierno peruano de cesar tales hostilidades y ha tendido a crear una atmósfera desfavorable para el logro de nuestros requerimientos".
29 de julio
Lima insiste en sus condiciones
De Lima a Washington
Norweb llamó por teléfono -informa Bonsal- "dijo que el gobierno peruano continúa insistiendo en una respuesta favorable a sus dos condiciones, antes de fijar una fecha y hora para el cese de las hostilidades".
Respecto al mensaje del presidente Prado el día anterior ante el Congreso (numeral 94) dijo que tal como lo divulgó la prensa esta mañana, el mensaje " estaba considerablemente disminuido de tono respecto al que realmente pronunció ante el Congreso ayer. Ciertos pasajes, especialmente encendidos, fueron omitidos. Esto puede ser una buena señal".
29 de julio
Quito: sobre las condiciones del Perú
De Quito a Lima
Long comunica a Norweb que luego de conversar con Tobar Donoso, los representantes de ABU en Quito acordaron enviar a sus colegas en Lima el siguiente comunicado conjunto:
"El Gobierno del Ecuador nos ha asegurado que actualmente no hay ningún peruano detenido y que recibirán en el futuro toda clase de garantías. En cuanto al decreto que parece Perú considera como de movilización, nos manifiesta el Canciller Tobar Donoso que no es tal, sino simplemente de llamado para fines de instrucción militar como dice propio texto del decreto. El Canciller agrega que si prodúcese (la) cesación (de) hostilidades las disposiciones de tal decreto quedarán prácticamente sin efecto. Consideramos esto satisface los deseos del Perú" (O.C.).
29 de julio
Sobre los peruanos detenidos
De Guayaquil a Washington
El Cónsul de Estados Unidos en Guayaquil comunica a Washington que fueron más de veinte los peruanos encarcelados en esa ciudad. "Ninguno está preso ahora", anota.
30 de julio
Si el decreto no es anulado no habrá cese de hostilidades
De Lima a Washington
Bonsal comunica a Welles que Norweb llamó por teléfono para informar de una entrevista sostenida con Solf y Muro a las 2 de la mañana. En esa reunión se leyó al ministro el mensaje proveniente de Quito (contenido en el numeral 99). Solf y Muro insistió: "si este decreto no es anulado (refiriéndose al decreto de movilización ecuatoriano, EY), los peruanos no se sentirán bajo ninguna obligación de cumplir con el compromiso de cesar hostilidades".
"El embajador Norweb y sus colegas" -continúa Bonsal- "están enviando un telegrama al grupo (de representantes de ABU, EY) en Quito, sugiriendo que insistan ante el gobierno ecuatoriano la anulación del decreto una vez que haya sido anunciada la hora para el cese de hostilidades".
31 de julio
Por fin, el decreto se anula
De Quito a Washington
En un larguísimo despacho, Long narra a Washington los entretelones de la anulación del decreto de movilización y la determinación del cese de hostilidades.
Luego de reunirse la Junta Consultiva y la Junta Patriótica, Ecuador anuló el decreto de movilización. Los tres representantes de ABE en Quito enviaron a sus colegas en Lima el siguiente mensaje:
"Momentos antes de las doce horas de hoy, el Ministro de Argentina leyó ante los micrófonos de las radios de Quito el texto del Decreto de hoy, anulando el Decreto de 24 de julio llamado allí de movilización, satisfaciendo las condiciones contenidas en el telegrama de ayer de los señores Embajadores mediadores de Lima. Mandaremos por correo aéreo (la) publicación (de la) prensa de hoy" (O.C.).
31 de julio
6 pm. de hoy: cese de hostilidades
De Lima a Washington
A la 1.17 de la tarde, Norweb llama por teléfono a Bonsal para decirle " que sus colegas y él habían recibido un mensaje del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, señalando que la acción ecuatoriana era aceptable y que las órdenes para cesar hostilidades a las 6pm. de hoy serían ejecutadas".
1 de agosto
La reacción en Lima
De Lima a Washington
Norweb da cuenta de la reacción en Lima a propósito del cese de hostilidades. Indica que la prensa publicó muy destacadamente la noticia, y que hay alivio en sectores del gobierno.
31 de julio
Quito: hay que pensar en el retiro de tropas
De Quito a Washington
Resuelto el asunto de alto el fuego, Quito se inquieta por el paso siguiente a seguir: "El pensamiento que predomina en la mente de los funcionarios del gobierno ahora" -escribe Long a Washington-" es el retiro de las tropas de la frontera y el envío de observadores militares neutrales para supervisar el retiro ordenado de los ejércitos y el arreglo en el lugar de los hechos de cualquier dificultad que pudiera presentarse".
1 de agosto
Retirada ¿hacia dónde?
De Quito a Washington
Los representantes de las tres potencias en Quito están muy nerviosos por la eventualidad de que se produzcan nuevos conflictos, comenta Long. "Estamos enterados de que varios miles de soldados, probablemente con agitadores entre ellos, están -en términos generales- casi cara a cara a lo largo de la frontera; que es difícil la idea de retirarse 15 km de una línea más o menos incierta. El chisme local dice que 15 km situarían a las fuerzas peruanas al borde de un desierto, mientras que las ecuatorianas, si se retiran 15 km detrás de lo que ellas consideran el frente, podrían ubicarse en un territorio sin alimentos y sin comunicaciones. Además existe el temor de que el ejército peruano pueda no estar de acuerdo con el armisticio o con la idea de retirarse de las posiciones recientemente capturadas".