sábado, 13 de abril de 2019

Testimonios de guerra: El esmeraldeño que defendió Chacras

Guarnición de Chacras, julio de 1941

A los 27 años de edad, Segundo Pascual Perlaza Perea, fue parte de los escasos ciudadanos que a la fuerza y por obligación cívica, se convirtieron en soldados ecuatorianos que pusieron el pecho a la balas de las tropas invasoras del Perú, en la denominada “guerra del 41”, cuidando la zona productiva de Chacras, en la frontera sur del país.


Muchos ecuatorianos, casi sin experiencia militar, en desventaja numérica de soldados y armamentos, ofrendaron sus vidas en este enfrentamiento armado, entre ellos Segundo Pascual Perlaza Perea, que nació el 11 de julio de 1914 en la ciudad de Esmeraldas, capital de la provincia del mismo nombre.

La pobreza económica de sus padres, apenas le permitió estudiar hasta el segundo año de escuela. Su juventud la pasó trabajando en una panadería hasta cuando cumplió 18 años en la que se interesó ingresar al servicio militar en el Batallón Guayas en Esmeraldas.

Hace 77 años, el 5 de julio de 1941 militares peruanos comenzaron atacar a indefensas pueblos de la frontera sur de Ecuador, donde frágiles guarniciones de soldados ubicados en Chacras, Balsalito, Carcabón y Guabillo, defendieron con amor y coraje el suelo patrio; sin embargo, la provincia de El Oro, parte de Loja y la Amazonía fueron ocupados por tropas peruanas.

Esta disputa armada terminó bajo presión el 29 de enero de 1942 con la firma del Protocolo de Río de Janeiro y fue el doctor Carlos Alberto Arroyo del Río, el representante de Ecuador, con lo que, las fuerzas peruanas finalmente se retiraron de territorio ecuatoriano.

Segundo Perlaza, al transmitirnos su participación en esta contienda bélica retrocede en el tiempo para contar que al comienzo del año de 1941 los peruanos realizaban insistentes acciones hostiles y preparaban su ofensiva para actuar con operaciones militares, sin que los ecuatorianos hayan tomado acción para prevenir el ataque.

Perlaza, peina su cabeza con una tradicional peinilla, mira a sus costados y empieza a narrar lo que él vivió en la guerra del 41:

“Estaba en Balsalito, el 5 de julio de 1941 y según fuimos informado una de las patrullas ecuatorianas al realizar recorrido y control en el sitio “El Bramador” en el sector de la parroquia Huaquillas, fue agredida con disparos de armas peruanas, acción que fue repelida inmediatamente donde los soldados Francisco Coronel y David Narváez, perdieron sus vidas.

Al siguiente día, domingo 6 de julio, definitivamente se abrieron los fuegos en toda la frontera, aviones peruanos bombardearon Chacras y Guabillo, mientras que por tierra las fuerzas terrestres militares atacaron guarniciones”, manifiesta el sobreviviente de guerra.

Añade que rápidamente recibieron el apoyo de los soldados del Batallón Cayambe , al mando del Mayor Rosero compuesto de 2 Oficiales Superiores, 22 Oficiales y 490 soldados y el Batallón Montecristi, al mando del Mayor José Vega Dávila en Quebrada Seca, que tenía 1 Oficial Superior, 11 Oficiales y 253 soldados y de otras fuerzas que estuvieron a disposición del Comando del Ejército de Frontera El Oro, que se colocaron en los puestos de combate a lo largo del rio Zarumilla (con 743 entre soldados y civiles), Arenillas y en Santa Rosa (Carabineros).

Continúa con su relato puntualizando que en la fecha de estos hechos tenía 27 años de edad y que inicialmente en el combate en Balsalito cumplió a cabalidad la tarea de porta armas en la línea de fuego frente al enemigo. Que los soldados ecuatorianos utilizaron el fúsil mauser corto, la bayoneta calada y el fusil ametrallador ZB.



“Los peruanos fueron superiores en armas y en personal. Mientras ellos tiraban ráfagas porque tuvieron muchas municiones, nosotros atinábamos al cuerpo del enemigo que caían unos encima de otros, naturalmente que de nuestro lado también tuvimos bajas.

Mientras combatíamos conocimos que el Batallón Córdova estaba en Chacras, ubicado en el sitio El Arenal y que en la noche del día 23 de julio fueron cañoneados por los peruanos que al cruzar el rio ingresaron a tierra ecuatoriana y que el Teniente Edmundo Chiriboga, había muerto en combate en el sitio La Delicia.

Con el paso de los días llegué a tener en mis manos una ametralladora ZB con la que disparaba contra los militares peruanos. Durante los combates sentía que la sangre me quemaba. 

En esos momentos uno se olvida de todo y coloca la mirada de los ojos en divisar movimientos y apretar el gatillo en el momento preciso.

En Balsalito, el personal que estuvo allí hizo lo que pudo, a mi lado murieron pocos amigos.
Luego de disparar me tiraba al suelo y al momento escuchaba los ayes de dolor de los soldados peruanos que se quejaban de muerte.

Estuvimos defendiendo la frontera hasta el 22 de julio; el 24 nos sacaron derrotados. El Perú tenía invadida a la provincia de El Oro.

Como no estuvimos preparados para la guerra no utilizamos ninguna estrategia. "El ejército ecuatoriano no estuvo preparado”, afirma Perlaza Perea.

Agrega que entonces fueron informados que la bandera peruana estaba ondeando en Chacras que estaba tomado por la caballería y que muchos soldados y civiles hicieron la retirada con diferentes rumbos.

El ciudadano esmeraldeño que defendió el territorio patrio en la frontera de la provincia de El Oro, cuenta que se retiró de la actividad militar en el año de 1954 en calidad de Sargento en el Batallón Constitución de Arenillas.

“Me siento orgulloso de haber defendido nuestro suelo patrio, pues un día le hice un juramento cuando me dieron el fusil, que habría que defenderla cuando esté en peligro y si es posible derramar la última gota de sangre y muy joven lo cumplí.

Jamás olvidaré esta épica gloriosa que aun en desventaja porque mientras tuvimos creo que cerca de 2 mil soldados, el enemigo tuvo 20 mil, y nosotros con civismo y patriotismo luchamos con sacrificio para defender la integridad territorial.

La sangre de los héroes esta regada en la frontera de Huaquillas, y estas inspiran mil jornadas de civismo revivir la trincheras en defensa del Ecuador”, afirma el soldado esmeraldeño que combatió en Chacras, provincia de El Oro, en la “guerra del 41”.

Segundo Pascual Perlaza Perea

11 de Septiembre de 1941: Emboscada de Cune

Soldados ecuatorianos antes de partir al frente. Los soldados de este pelotón inspirarían el filme ecuatoriano "Mono con Gallinas&qu...