domingo, 29 de julio de 2018

Capítulo X: "Tres Días de Guerra y Ciento Ochenta de Negociaciones"

Posan frente al Palacio de Petropolis con el presidente del Brasil Getulio Vargas (centro), Enrique Arroyo Delgado, Ministro del Ecuador en Rio (izquierda) y el embajador del Perú Jorge Prado (derecha) con los representantes diplomaticos de los paises que firmaron como garantes del Protocolo y miembros del gabinete brasileño.

Capítulo X

Brasil propone fórmula final del arreglo

* En el centro del conflicto, el mensaje del general Ureta no deja dudas: las tropas peruanas están listas para avanzar hasta Guayaquil.

* El 26 de diciembre de 1941 los mediadores efectivizan su advertencia de hacer intervenir al sistema interamericano. Pero lo hacen a medias.

Ingresamos a enero de 1942, mes clave en las negociaciones entre Perú y Ecuador que se enrumban ahora sí por su recta final. Las páginas del libro Tres días de guerra. Ciento ochenta de negociaciones de Ernesto Yepes (editado por la Universidad del Pacífico) que a continuación presentamos dan cuenta de lo ocurrido en ese penúltimo tramo y de la audaz iniciativa que le cupo jugar al Brasil.

Durante la primera quincena de octubre, el Perú mantiene invariable su posición militar y diplomática. Pero siente el impacto de la presión externa.

A partir de la segunda quincena comienza a percibirse un cambio en Lima y también en Washington. El Perú da señales de flexibilizarse respecto a sus demandas del 13 de setiembre. Washington se torna menos rígido respecto a su negativa a aceptar caminos de solución distintos al que inicialmente había propuesto.

Es posible que en ambos casos el peso del factor militar haya sido importante. El mensaje del general Ureta en ese sentido es claro. Su ejército no podía permanecer inactivo sin colapsar si las cosas se empantanaban por largo tiempo. Ello significaba que si los diplomáticos no tenían resultados en un tiempo razonable se vería obligado a seguir avanzando. Guayaquil podría ser el siguiente paso. Y que en tanto no se aborde el problema de fondo, el de la frontera, su ejército no abandonaría la provincia de El Oro.

La documentación que ofrecemos muestra hacia mediados de noviembre un viraje en algunos funcionarios del Departamento de Estado vinculados al tema. Insistirán cada vez menos en la retirada de tropas y más en el problema que es crucial para los tres países que han ofrecido su mediación:

Cómo lograr que el Perú acepte la línea de status quo como eje de las futuras negociaciones. Henry Norweb, el embajador de Estados Unidos en Lima, sintetiza este desafío de los tres países en los siguientes términos: "Nuestra dificultad es persuadir al Perú el aceptar la línea de 1936 como base para las negociaciones.

Mis colegas y yo sentimos que es sólo sobre esta base que nos será posible trabajar para un acuerdo que no sea afectado por la ocupación del territorio producto de las recientes hostilidades".

Salida por el Marañón

Es recién a partir de ese momento (noviembre de 1941) que el problema de fondo, el de la delimitación de la frontera, emergerá como tema medular de las preocupaciones de las partes involucradas. Así, tanto en el Departamento de Estado como en las cancillerías de Argentina y Brasil comenzará la búsqueda de fórmulas o lineamientos básicos encaminados a servir de base para la solución del diferendo.

Pero otra vez las propuestas se tropiezan con una valla difícil de soslayar. La demanda de Sumner Welles de considerar una salida soberana al Marañón para el Ecuador. Esta exigencia no se hace pública, pero está presente a lo largo del debate en el seno de los funcionarios del Departamento de Estado, como veremos en los documentos respectivos. 

Las razones para esta persistencia de Welles sobre este punto no están claras. Sospechamos que aparte de consideraciones personales, de la eficacia informativa de Quito, debe haber pesado sobre su ánimo al arbitraje del rey de España. 

Y las propias conclusiones del Departamento con respecto a permutar un territorio colindante con el Marañón si el Perú persistía en su demanda de tener un territorio que iba más allá de la línea de status quo.

Esta actitud de Welles se hará patente sobre todo en el caso de las propuestas del presidente Prado y la Argentina que en lo fundamental plantean que la línea de status quo ya no es enteramente satisfactoria dada la existencia de una nueva realidad. 

Así, el presidente insistirá en modificaciones a dicha línea en Andoas y Rocafuerte. En tanto que la Argentina, que acepta la línea de status quo como la máxima demanda de las aspiraciones ecuatorianas, propondrá que el territorio intermedio comprendido entre esa línea y la línea a la que han llegado las fuerzas militares peruanas, sea objeto de una negociación con plenipotenciarios de los dos países y de los países oferentes a realizarse en Buenos Aires. 

Esta propuesta fue tajantemente rechazada por Washington aduciendo que era favorable al Perú y que sancionaba a Ecuador por su derrota militar, siendo en consecuencia desechada por los tres países que ofrecían sus servicios.

Propuesta en plena guerra

El 23 de diciembre, los países mediadores, a iniciativa de un Estados Unidos involucrado ya en la guerra mundial, proponen al Perú y Ecuador aceptar: 1) la línea de status quo como base de un acuerdo final, 2) que retiren sus tropas detrás de dicha línea y 3) realizar una conferencia para un acuerdo final en Buenos Aires.

Quito acepta la propuesta de inmediato. Lima la rechaza. El presidente Prado insiste: no es posible un acuerdo inmediato y definitivo sin modificaciones a la línea de 1936.

El 26 de diciembre los mediadores efectivizan su advertencia de hacer intervenir al sistema interamericano. Pero lo hacen a medias. Presentan el estado de la situación ante la colectividad americana pero sin sugerir medidas o acciones colectivas. 

Lima respira más aliviada. Y mantiene su posición. Otra vez la atmósfera negociadora tiene visos de caminar al empantanamiento.

Entre los estertores del viejo año y comienzos de 1942 la situación da un vuelco. Aranha toma la iniciativa en la orientación de las negociaciones. El brasileño ignora las demandas de los mediadores de 23 de diciembre, y sin conocimiento de Argentina y Estados Unidos, negocia directamente con el Perú. A través del embajador peruano en Río de Janeiro, Jorge Prado, precisa las modificaciones de Lima a la línea de status quo para aceptarla como base de un acuerdo definitivo: que incluya "como puntos extremos Andoas y Rocafuerte" insiste el hermano del Presidente peruano.

Un largo trecho por recorrer

Arahna instruye entonces a su embajador en Lima, Moraes Barros, examinar con el presidente Prado la posibilidad de lograr una línea con las modificaciones sugeridas. El Perú acepta la denominada "Línea Arahna", la línea que en lo fundamental será similar a la que unas semanas después quedará establecida definitivamente en el Protocolo.

Sin embargo todavía hay un largo trecho por recorrer. Ecuador, que desconoce estos hechos, sigue planteando el cumplimiento de las demandas del 23 de diciembre. Respecto a los otros tres países mediadores -Chile ya se incorporó a ellos- Estados Unidos es el que se muestra más reticente.

Coincide con Brasil en la necesidad de lograr un acuerdo viable antes de la conferencia de cancilleres pero insiste en que dado que la línea acordada entre Río y Lima "es menos favorable para el Ecuador que la línea propuesta por los tres países mediadores, estos últimos pondrán todo su esfuerzo en la conferencia de Río de Janeiro para conseguir del Perú algunas compensaciones favorables al Ecuador, que equilibren las ventajas obtenidas por el Perú en la línea limítrofe que ahora reclama como arreglo permanente" (numeral 198).

La propuesta brasileña

Como acabamos de señalar, la situación comienza a dar un vuelco, Aranha teme una respuesta negativa del Perú a la propuesta presentada el 27 de diciembre, por lo que comienza a negociar directamente con el gobierno peruano, sin conocimiento de Welles ni de Ruiz Guiñazú. La propuesta de Aranha incluye Andoas y Rocafuerte en el lado peruano. Esta propuesta no hace referencia explícita al retiro de las tropas peruanas. Cuando Norweb informa de estos hechos a Washington, vimos, la reacción inicial es de disgusto. No obstante, Welles terminará apoyando a Aranha.

722.2315/2744. Documento Interno

Washington, 3 de enero de 1942

Señor Welles:

(El embajador de Estados Unidos en Lima acaba de informar a Washington que el embajador de Brasil está en tratos directos con el gobierno peruano a fin de lograr las bases de un acuerdo definitivo. Esta iniciativa brasileña, sin conocimiento previo de Washington, causa mortificación en el Departamento de Estado. EY).

Hago referencia al telegrama Nº 4 enviado por el embajador Norweb el 2 de enero a las 4 pm., en el que informa que el embajador del Brasil en Lima y el ministro peruano de Relaciones Exteriores se han puesto de acuerdo en "una línea limítrofe específica y permanente" entre el Perú y Ecuador. El embajador Norweb dice además tener conocimiento de que ahora el Brasil se propone presentar esta línea al Ecuador, con miras a determinar su aceptabilidad.

Me parece que este procedimiento deja a las potencias mediadoras en una posición totalmente ridícula, sobre todo porque probablemente ahora se le pedirá a Ecuador que acepte una propuesta menos favorable que la que ya ha aceptado y que fue planteada por Argentina, Brasil y Estados Unidos. 

No entiendo cómo podemos tolerar en estos momentos una nueva demostración de la incapacidad de las repúblicas americanas para evitar el arreglo por la fuerza de un problema que ha surgido entre dos de sus miembros.

Estaré complacido de discutir este asunto con el embajador del Brasil, si usted lo aprueba. Pienso que el embajador brasileño en Lima ha sido en todo completamente desleal a la mediación. Por supuesto, el ministro argentino de Relaciones Exteriores ha sido igualmente culpable (refiriéndose probablemente a la propuesta argentina, EY).

Philip W. Bonsal

722.2315/2755-1/2. Documento Interno

Washington, 5 de enero de 1942

Señor Welles:

() En la propuesta brasileña se señala que Andoas está ubicada en la desembocadura del río Bobonaza, donde se une al Pastaza. Sin embargo, de acuerdo con nuestra información, hace varios años, Andoas fue trasladada unas treinta o cuarenta millas río abajo.

De acuerdo con la información disponible ahora por nosotros, la franja de territorio en el lado ecuatoriano de la línea de status quo de 1936 que Brasil propone pase al Perú, tiene un ancho aproximado de 100 km en su parte más amplia. En otros puntos, la amplitud es en promedio de 25 km aproximadamente. 

En mi opinión, la mayor dificultad, desde el punto de vista ecuatoriano, consiste en la cesión de Rocafuerte al Perú.

Bonsal


722.2315/2755A. Telegrama Nº 38

Washington, 6 de enero de 1,942, 12 m.

Embajada de Estados Unidos, Río de Janeiro

Triple prioridad. Por favor, comunique a Aranha inmediatamente que el embajador de Brasil me ha informado los detalles relativos al acuerdo tentativo alcanzado entre el embajador brasileño en Lima y el gobierno peruano, que incluye la propuesta de un límite entre el Perú y Ecuador y que el gobierno peruano estaría dispuesto a considerar como límite permanente y final entre los dos países.

Estoy totalmente de acuerdo con el deseo de Aranha de impulsar, en todas las formas posibles, un acuerdo definitivo entre los dos países antes de la conferencia de Río. Haré todo lo que esté en mi poder -en nombre de este gobierno- para apoyarlo en este esfuerzo (sin cursivas en el original).

Temo sin embargo que Ecuador, habiendo aceptado públicamente las bases para las negociaciones con el Perú, tal como fueron propuestas por las tres potencias mediadoras -es decir, la línea de status quo de 1936 in toto- encontrará ahora muy difícil -por lo menos en esta coyuntura- aceptar un acuerdo permanente menos favorable para el Ecuador que la línea de 1936.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador debe llegar a Washington mañana, 7 de enero. Cuando se entere de la actitud tomada por el Perú, probablemente insista en regresar a Quito; sin embargo, haré todos los esfuerzos para que él prosiga a Río conmigo, conforme fue acordado.

Por favor, diga a Aranha que dadas las circunstancias creo que el curso más conveniente de seguir por mí será decirle al ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador que, ya que la línea limítrofe en que insiste ahora el Perú es menos favorable para el Ecuador que la línea propuesta por los tres países mediadores, estos últimos pondrán todo su esfuerzo en la conferencia de Río de Janeiro para conseguir del Perú algunas compensaciones favorables al Ecuador, que equilibren las ventajas obtenidas por el Perú en la línea limítrofe que ahora reclama como arreglo permanente (sin cursivas en el original).

Si Aranha tiene alguna sugerencia que hacer concerniente a este punto, por favor, hágamelo saber inmediatamente.

Hull.


722.2315/2763

Río de Janeiro, 12 de enero de 1942

Secretario de Estado, Washington

(En esta comunicación el canciller Aranha confirma a Washington sus tratativas recientes con el Perú. Ante la evidencia de que Lima rechazaría la propuesta de ABU, el canciller brasileño busca limitar los puntos extremos de las demandas peruanas en el oriente a fin de que el Perú retorne a la línea de status quo como base de las negociaciones. EY).

() Efectivamente, nuestro embajador en Lima fue informado por el propio presidente de la República de que el gobierno peruano rechazaría la línea del "status quo", y, al mismo tiempo, habiendo yo recibido del embajador Jorge Prado (embajador del Perú en Río, EY) la información de que, tomándose como puntos extremos Andoas y Rocafuerte, haríase posible una solución definitiva, autoricé al embajador Moraes Barros para que examinara con el presidente de la República tal posibilidad -en contacto con sus colegas-, la que, con algunas alteraciones, haría también realizable la solución que habíamos propuesto con relación a la línea de "status quo".

El embajador Moraes Barros, habiendo explorado esa posibilidad, acaba de avisarme haber conseguido que el Perú acepte la siguiente línea:

Línea del "status quo" de 1936, del litoral hasta Andoas (boca del río Bobonaza); confluencia de los ríos Cunambo con el Pintoyacu; boca del río Cononaco, en el Curaray. Por éste, aguas abajo hasta Bella Vista; boca del río Yasuni río arriba en el Napo y Línea hasta confluencia del río Lagartococha con Aguarico, incluyendo Rocafuerte; todo el curso del río Lagartococha, en sus dos márgenes, hasta el divortium aquarum del Napo con el río Putumayo (límites del tratado entre Colombia y el Ecuador de 1,916). Sigue de ahí hasta San Miguel.

Ese esfuerzo, excusado es repetirlo, fue dictado por el exclusivo deseo de traer a los dos países a la próxima Reunión de Río de Janeiro con su conflicto definitivamente resuelto, toda vez que la línea del "status quo", pura y simple, no sería aceptada por el Perú (sin cursivas en el original).
Fue, por tanto, un trabajo complementario y su curso dependerá de la colaboración de los demás países mediadores.

Creemos que el embajador Moraes Barros ha tenido informado de todo a su colega, pues de él recibimos, junto con el de Vuestra Excelencia, el telegrama arriba citado. Esa es, por otra parte, la orientación seguida siempre por nosotros. Entretanto, acabamos de recordar al embajador Moraes Barros que debe informar de todo a su colega, sin hacer nada sin previo mutuo acuerdo.

Reconocemos que esta situación importa algún sacrificio material; sin embargo, no vemos que pueda haber otra solución capaz de restablecer la armonía entre ambos países y, consecuentemente, permitir a América que tome, en un ambiente general de confianza y solidaridad, decisiones que se imponen en este momento a todas y cada una de las naciones del Continente.

Oswaldo Aranha
Ministro de RREE del Brasil


Un asunto confidencial, los militares se impacientan

722.2315/? Despacho Nº 2618

Lima, 15 de enero de 1942.

Secretario de Estado, Washington

Estrictamente confidencial. Haciendo referencia a recientes telegramas y despachos, tengo el honor de informar respecto a la actitud de los militares peruanos en la disputa limítrofe con el Ecuador.

El agregado militar informó recientemente al Departamento de Guerra que la falta de logros en la solución de la disputa limítrofe está sembrando el descontento entre las tropas en la frontera. 

El 8 de enero, el general Ureta preguntó al coronel Ent qué se había hecho en Lima para lograr un acuerdo. 

Al ser informado que las negociaciones estaban todavía en marcha, el general dijo que sus tropas se estaban poniendo muy impacientes y que querían regresar o avanzar pero no permanecer inmóviles. 

Ureta señaló que en lo personal él quería hacer regresar a sus tropas y organizar en la costa peruana una defensa que considera necesaria.

Con relación a las observaciones del general Ureta sobre la defensa de la costa peruana, el coronel Ent informó también al Departamento de Guerra que las condiciones en Chimbote, aunque calmas, son de tal naturaleza que este tan estratégico punto podría ser fácilmente tomado por la colonia local del Eje, integrada principalmente por japoneses. 

El coronel Ent agregó que se ha informado de esta situación al señor Edgard Thompson (agente del FBI que actualmente asesora al Estado Mayor General del Ejercito en trabajos de inteligencia) en un esfuerzo por inducir a las autoridades peruanas a adoptar mejores medidas de seguridad para el área de Chimbote.

Por el Embajador:
George H. Butler
Primer Secretario.

722.2315/? Documento Interno

Washington, 27 de enero de 1942

Señor Woodward / Señor Bonsal:

(Gerald Drew, secretario de la legación norteamericana en Quito, envía al Departamento de Estado un informe de los observadores neutrales, el 23 de enero. A continuación presentamos la síntesis de dicho informe preparada en Washington por Melby. EY).

Recibimos otro informe de un viaje de los observadores que están en el lado ecuatoriano:

1.- Los peruanos continúan portándose bien.
2.- No hay indicios de que los peruanos estén planeando un nuevo avance.
3.- Los peruanos se están ganando la confianza de los habitantes de las regiones ocupadas.

11 de Septiembre de 1941: Emboscada de Cune

Soldados ecuatorianos antes de partir al frente. Los soldados de este pelotón inspirarían el filme ecuatoriano "Mono con Gallinas&qu...