miércoles, 27 de febrero de 2019

El viacrucis del Capitán Edmundo Chiriboga a su última morada

Momentos de alegría entre la infantería peruana una vez de cumplida su misión, que con la ayuda de carros blindados, el uso de artillería y la aviación, lograron diezmar al Capitán Edmundo Chiriboga y la guarnición que defendió valerosamente junto a sus soldados

Por el día del Ejército ecuatoriano, vamos a rememorar el viacrucis final del Capitán Edmundo Chiriboga reconstruyendo su historia después de su sacrificio, al morir heroícamente defendiendo su guarnición frente al avance del invasor.

Gracias a los partes del Coronel EP. Manuel Odría y del Comandante EP. Montesa, como el diario de Soldado Gerardo Carrión (operador de ametralladora, su abastecedor era el soldado de apellido Bravo, caído en combate), se conoció en qué condiciones pelearon el Teniente César Edmundo Chiriboga González y 28 soldados del Batallón de Infantería “Carchi” (solo 3 sobrevivieron, uno de ellos Carrión), quienes cubrían desde Chacras hasta Arenillas.

Desde el 23 hasta el 25 de julio causaron muchas bajas en la Compañía de Infantería “Quelopana” y Batallón 19 del ejército peruano. El 25 de julio el pequeño pelotón que combatía aislado, en el caserío de Quebrada Seca, peleó hasta agotar sus balas. El Teniente Chiriboga y 11 soldados fueron tomados prisioneros y fusilados. Por orden de un oficial peruano, un tanque liviano disparó su ametralladora sobre los ecuatorianos.

Milagrosamente se salvó el Soldado Gerardo Carrión, cuyas balas le impactaron en el brazo derecho; en la noche pudo escapar; días después fue tomado prisionero por los soldados peruanos, trasladado a Talara, donde por disposición de la esposa de la esposa del Presidente del Perú, fue operado (le amputaron su brazo gangrenado), meses después fue devuelto al Ecuador junto con otros ecuatorianos prisioneros de guerra. 

Gerardo Carrión al lado izquierdo durante su estancia como prisionero de guerra en Talara

Gracias a sus apuntes y de los oficiales peruanos, se conoce el nombre de los 10 soldados fusilados junto con Chiriboga:

Teniente César Edmundo Chiriboga González, Sargento Segundo Luis Modesto Tobar, Cabo Segundo José H. Herrera, Cabo Segundo José Félix Rosas Chacalán, Soldado Víctor M. Pérez, Soldado Manuel Castro, Soldado César Virgilio Logroño, Soldado José Elías Recalde Hidalgo, Soldado Manuel Mesías Rivera Arce, Soldado Luis Tomás Delgado López y Soldado Néstor Espinoza, los cuales fueron enterrados con los honores militares en dos tumbas, en cada una los peruanos colocaron una cruz, con inscripción: “Teniente César E. Chiriboga González y 25 hombres de tropa caídos el 25 de julio de 1941 en cumplimiento del deber”.

Capitán Edmundo Chiriboga González

Estampilla del capitán Edmundo Chiriboga, en homenaje a los Héroes Nacionales. En el sobre constan las firmas de sus progenitores: César Chiriboga y Romelia González.

El historiador Rodolfo Pérez Pimentel en su obra “Diccionario Biográfico Ecuador” escribe el viaje del padre del Capitán Chiriboga (fue ascendido post-mortem al Grado de Capitán el 1 de octubre de 1941).

“El domingo 18 de Octubre siguiente (1942), su padre (César Augusto Chiriboga Dávalos) y el Dr. Eduardo Nájera salieron en autocarril desde la estación de Chimbacalle en Quito, con la finalidad de trasladar sus restos a Riobamba. Al día siguiente, 19 de Octubre, consiguieron en Guayaquil los permisos de Sanidad y de la Capitanía del puerto y por la noche partieron en la motonave Jambelí hacia el sur. El 20 viajaron en tren a Arenillas donde el Centro Cultural Arenillas y el Club Deportivo Arenillas programaron los actos patrióticos conducentes a rendir un postrer homenaje al héroe de Quebrada Seca y a sus valientes compañeros”.

“El 21 partió la comitiva a Chacras y en una pequeña ondulación natural se vieron dos cruces de 1,50 mtrs. de altura, colocadas sobre las tumbas de Chiriboga la una y la otra sobre la fosa común de sus 25 bravos compañeros. En ellas se leía claramente "Teniente César E. Chiriboga González y 25 hombres de tropas caídos el 25 de Julio de 1.941 en cumplimiento del deber."

“La comitiva regresó consternada y al arribar al punto denominado Puebloviejo, distante a un kilómetro de Arenillas, se organizó el desfile a pie, siendo transportados los restos en hombros de los Comisionados. En el pueblo tomó la palabra el Sr. Raúl Frías a nombre del Club Deportivo Arenillas y se pasó a la iglesia. A las puertas habló el Director de la Escuela del lugar Sr. Néstor Torres Palacios, quien dijo que morir por la Patria es vivir para siempre en el corazón de sus camaradas y en las páginas de la historia inmortal”.

“A las 8 de la mañana del jueves 22 tuvo lugar una solemne Misa y a las 12 se inició el desfile hacia la estación del tren. La Srta. Piedad René García, vocal del centro Cultural El Oro, pronunció la despedida y el padre del héroe lloró de emoción. De allí pasaron a Machala, a Puerto Bolívar y en la Jambelí a Guayaquil, siendo recibidos en el puerto principal por una comitiva de amigos y parientes. En una lancha embarcaron a Durán y por tren continuaron a Riobamba donde arribaron el día 26 de Octubre.

Mientras tanto, el 24, esa Municipalidad había dispuesto la colocación de su busto en el Parque de la Libertad, erigirle un túmulo funerario en el Salón de Honor y concurrir en corporación a sus funerales, recomendando su memoria a la posteridad como blasón de honor y gloria para la República ecuatoriana. 

El día 26 arribaron los restos y el Comité convocó al pueblo para el día siguiente, 27 de Octubre, que tuvo lugar el imponente desfile patriótico que llenó varias cuadras hasta la Basílica, donde tomaron la palabra diversos oradores y se depositaron los restos en la Cripta”.


“El Protocolo de Rio de Janeiro es nulo, de nulidad absoluta”. Así lo proclamó el Presidente José María Velasco Ibarra el 17 de Agosto de 1960 en un fogoso discurso en la ciudad de Riobamba con motivo de la inauguración del monumento al Capitán Edmundo Chiriboga Gonzáles, caído heroicamente en la desgraciada guerra del 41

  • Extracto tomado del artículo "No es una apología de la guerra del 41 que expresa rencor" de Alfonso Patricio Reinoso Gaguancela

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