martes, 16 de julio de 2019

Algunos datos importantes que se nos escapan

Puntos delimitados según el Acta de Lima de 1936 hasta 1938, en donde ambas partes no pudieron finiquitar un Tratado de Fronteras, esta fue la base del Protocolo de Río de Janeiro en 1942

Queremos compartir algunos datos importantes que se nos escapan a los interesados de la historia limítrofe del Ecuador, llegado hasta a este punto (1941), transcurrió mucho, pero nos vamos a enfocar desde 1935 en adelante.

En este mes de julio que recordamos los 78 años del conflicto limítrofe entre Ecuador y Perú de 1941 vamos a unir algunas nuevas piezas de este rompecabezas que han salido a la luz.

En esta ocasión y a diferencia del año pasado, donde tratamos de esclarecer los primeros encuentros de armas desde los primeros días de la guerra, vamos a detallar sucesos que a nuestro parecer, fueron el claro detonante de lo que desembocaría en la guerra y el descalabro en la frontera con la posterior invasión a la provincia de El Oro, y las amenazas que esto significó para nuestro país.

La penetración del Ejército peruano en el Oriente antes del Acta de Lima

Diario El Comercio del Domingo 8 de Noviembre de 1935

Tras los primeros choques armados en la región del Oriente (Territorio en disputa) del 26 de junio de 1903 en Angoteros, en la zona del río Napo, y después en Torres Causana, el 28 de julio de 1904, quedaban claras algunas cosas para el mando y diplomacia peruana, "desde donde reclamaban hegemonía no tenían una presencia clara que haya evitado esta penetración de más de 100 kilómetros hasta sus guarniciones, esto en base al eterno reclamo de una línea de frontera desde los picos andinos según un documento no que no definía fronteras y de épocas del Imperio Español.

A diferencia de la "frontera caliente" que suponía el río Zarumilla en El Oro, donde por pocos kilómetros se podía identificar un avance adversario entre ambos países, en el Oriente "otro era el cantar" debido a la distancia y dificultad para lograr claros avances significativos.

Tras la muerte de Eloy Alfaro, el abandono del proyecto del ferrocarril al Oriente y el poco interés que se le dedicó a esta parte del país, fue el combinación perfecta para que el mando peruano realizara algunos movimientos estratégicos, que le servirían para llegar en una mejor posición a la Conferencia Limítrofe entre Perú y Ecuador de 1936.

Incursiones peruanas sobre la región amazónica en disputa entre  1935 a 1940:

Febrero de 1935 - Un Destacamento peruano avanzó desde la boca del río Curaray hasta Puerto Nashiño, situado frente al destacamento ecuatoriano de Tarqui, en el mismo río Curaray.

Octubre de 1935 - Destacamentos peruanos avanzaron desde la desembocadura del río Morona, en el río Marañón, hasta el Alto Morona, donde este río no es navegable, estableciéndose frente a Yaupi, a una distancia de 18 kilómetros de esta guarnición ecuatoriana.

Febrero de 1936 - La guarnición peruana de Puerto de Arahna, en el río Tigre, avanzó hasta Puerto Bartra, frente a la guarnición ecuatoriana de González Suárez, situada en el punto donde el río Tigre comienza a ser navegable.

Septiembre de 1936 - Destacamento peruanos, avanzaron desde Puerto Borja, en la desembocadura del río Santiago, en el río Marañón, hasta Cabo Reyes, en el mismo río Santiago. Habría habido antes, en Puerto Borja, una autoridad civil ecuatoriana.

Mayo de 1938 - Avances desde Teniente Pinglo, en el río Santiago, trazando una pica hasta Morona, llegando hasta la guarnición de Vargas Guerra, en el río Morona.


Junio de 1938 - El 27 de este mes, destacamentos peruanos, atacaron la guarnición ecuatoriana estacionada en Puerto Cisneros, en el río Huasaga, afluente del Paztaza, quedando en libertad de surcar este río.

Julio de 1938 - El 20 de ese mes se ejecuta la expulsión del filólogo Lucas Espinosa por su paso desde Cabo Pantoja (Perú) a Rocafuerte (Ecuador), lo que dio motivo a uno de los cargos contra él para expulsarle del Perú al pasar sin pedir permiso a la autoridad de la guarnición peruana.

Septiembre de 1940 - Destacamentos peruanos, estacionados en Nupatacaine, en el río Marañón, construyen una trocha noroeste hacia el río Zamora, estacionándose frente a la guarnición ecuatoriana de Cumbaritza situada a una distancia aproximada de 30 kilómetros de la población de Zamora.

Octubre de 1940 - El destacamento peruano de Cabo Reyes, en río Santiago, avanzó por una trocha hacia río Zamora hasta el río Nangaritza, eludiendo la Cordillera del Cóndor e intentando penetrar al Callejón Interandino, en la vecindad de Gualaquiza y Zamora.

El Ecuador de 1940

El territorio determinado por el Acta del 6 de julio de 1936 (Foto de Portada), es el Ecuador que el Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río heredó el 30 de agosto de 1940, cuando ascendió a la Presidencia de la República.

Ya para entonces el Perú habla iniciado los preparativos para la invasión, tal cual lo hace constar el Dr. Julio Tobar Donoso en su obra "La Invasión Peruana y el Protocolo de Río", al referirse a una circular del 12 de diciembre de 1940, enviada a todas las legaciones ecuatorianas, en la que dice:

"El Perú está haciendo grandes concentranciones de elementos bélicos cerca de la frontera con el Ecuador. En Talara ha reunido considerables fuerzas aéreas so pretexto de temor de un ataque a los depósitos de petróleo. El Ecuador no ha aumentando sus fuerzas ni ha concentrado ningún elemento.

Sírvase comunicar estos datos a esa Cancillería y manifestar que el Ecuador está dispuesto siempre a recurrir a soluciones pacíficas, -Mexterior".

Este mapa era usado exclusivamente por la Cancillería y Presidencia del Ecuador para discutir los reclamos territoriales del Ecuador "diplomaticamente". 

Tras el desastre en la negociación del Tratado Muñoz-Vernaza en 1916, que fue repercutida con la firma del Tratado Salomon Lozano entre Colombia y Perú en 1922 y entrado en vigor desde 1928, "nos quedamos sin piso jurídico" para hacer "respetar" los derechos territoriales amazónicos del Ecuador en el Caquetá y el Putumayo.

Este mapa y lineas de referencia, fueron usadas durante la negociación del Protocolo de Río de Janeniro como aspiraciones máximas de nuestro país, pese a tener una provincia invadida, finalmente prevaleció lo discutido en Lima en 1936 en el Acta de statu-quo.

Tratado Muñoz Vernaza: En este tratado Ecuador renunció a sus antiguas reclamaciones en base a la reales cédulas de 1563 y de 1740 de dominio de territorios (186.600 km²) entre el río Caquetá y los ríos Napo-Amazonas en favor de Colombia, con lo cual este último se hizo colindante con el Brasil en la línea Apaporis-Tabatinga.

¿Ecuador se confía o sus mandos y clase política no supieron actuar a tiempo?

Diario El Comercio de Quito del viernes 3 de enero de 1941

"El Oriente es tierra de nadie"

En ese entonces, el pequeño poblado de Nangaritza en la provincia de Zamora, ya caía en manos enemigas, los avances del Ejército peruano en la región oriental datan desde inicios de 1935, pero ya en la década de 1940 estas incursiones eran más frecuentes en nuestro territorio.

¿Qué hicieron las autoridades civiles y militares para contrarrestar estas incursiones?


Diario El Comercio del 7 de enero de 1941

¿Nunca se pensó blindar o defender El Oro?

Después de invadir Nangaritza y posiblemente con al ánimo de pesar cuál seria la reacción ecuatoriana, el 4 de enero de 1941, es decir, apenas cuatro meses después de que el Dr. Arroyo del Río asumiera la Presidencia de la República, fuerzas peruanas atacaron el puesto militar ecuatoriano de Corral Viejo, al tiempo que aviones militares sobrevolaban el territorio ecuatoriano cruzando Arenillas.

La agresión ya se había iniciado, pero a pesar de estas advertencias y de otras evidencias, el Comandante General del Ejército, Crnl. Francisco Urrutia, en la sesión de la Junta Consultiva que se celebró el 12 de febrero de 1941, expresó que una invasión inmediata a nuestro territorio era imposible porque el Perú "...necesitaría tener algo como 20 o 30 mil hombres en el triángulo Paita-Piura-Sullana.

Por otra parte, añadió, el Crnl. Pinto y el Cmdte. Gálvez tienen la impresión de que los oficiales peruanos no quieren la guerra" (La Invasión Peruana y el Protocolo de Río, p. 145,- Julio Tobar Donoso).

Resulta "curioso", por decir lo menos, que el Comandante General del Ejército y dos altos oficiales militares no hayan podido comprender la situación militar que amenazaba a nuestro país, y que hayan tomado las denuncias y evidencias de manera tan irresponsable.

No se puede culpar tan solo al Gobierno por no haber estado preparado para recibir el golpe: El Gobierno estaba en la obligación de escuchar la opinión de quienes -por su profesión- estaban más capacitados para cuantificar si existía o no una amenaza a nuestro territorio.

¿Los mandos de 1941 nunca estuvieron a las altura de las circunstancias?

A la izquierda el Presidente del Ecuador Dr. Carlos Arroyo del Río y la derecha el Coronel Francisco Urrutia, Comandante General del Ejército ecuatoriano

"Coronel Urrutia, informeme sobre el polvorín que tenemos en la frontera sur"

En la sesión de la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores celebrada el dos de mayo de 1941, el Crnel. Urrutia volvió a restarle importancia a la presencia de tropas peruanas en la frontera afirmando que: "La presencia de esos 4.000 hombres sólo es una cobertura; pues el Perú, según cálculos, debería movilizar en caso de guerra al rededor de 200.000 hombres. Con todo esto, debo afirmar que el Ecuador está en superioridad al Perú por el elemento raza; los ecuatorianos son de índole guerrera, mientras los peruanos son pacifistas... " (La Invasión Peruana y el Protocolo de Río. p. 290.- Julio Tobar Donoso).

Y cuando estalló la guerra...

El Crnel. F. Urrutia, para entonces Comandante Superior del Ejército, en su Relación sobre los acontecimientos en la frontera y su entrevista con los Ministros de los Países Mediadores, dice: "La acción peruana de los días 5 y 6 de julio estaba destinada, así lo supongo, a provocar una reacción ecuatoriana en momentos que nuestro país no estaba preparado ... " -meses antes le había restado toda su importancia- y más adelante, refiriéndose al Dr. Arroyo del Río dice: "Solicitó las facultades extraordinarias, atendió a mi pedido de aumento de la fuerza de frontera y decretó la creación de la V Zona Militar" (Crnel. Rafael A. Puente.- La Mala Fe Peruana y los Responsables del Desastre del Zarumilla, p. 198-199)

"Este mal llamado corrupción no es cosa nueva entre los ecuatorianos"

Archivo Diario El Comercio de Quito. Jueves 2 de enero de 1941. Foto Cortesía: Eduardo Espinosa.

¿Qué hicieron con el dinero destinado para la defensa?


A lo largo de nuestro historia se ha acusado al Gobierno de Carlos Arroyo del Río de no hacer nada y de no mover un dedo con respecto a la defensa nacional. El presupuesto de defensa de 1940-1941 era muy limitado (De entre 22 y 24 millones de Sucres), dinero que solo garantizaba la existencia del Ejército como tal, aún así bajo esas circunstancias el Gobierno obtuvo un prestamo que tenía que ser destinado para la compra de armas y municiones necesarias para los Batallones de primera línea.

Las relaciones diplomáticas entre Alemania y el Ecuador eran significativamente buenas, tanto así que Gobierno de Arroyo del Río, solicitó un prestamo a la Legación Alemana para tratar de solventar algunos deficits internos, entre esos los de la defensa nacional.

Es así que en octubre de 1940 el Secretario de la Legación Alemana en el Ecuador, Arno Halusa, viajó a Panamá y consiguió a su nombre un prestamo de $ 54.000 dólares en efectivo del Chase National Bank.

A su retorno al Ecuador, ese dinero fue usado para pagar sueldos y mantener en funciones las dependencias del Estado, parte de ese dinero fue destinado al Ejército ecuatoriano, y los altos mandos tenían la responsabilidad de usar dicho dinero en la compra de municiones y solventar en algo las necesidades inmediatas de nuestras fuerzas armadas.

Pero la tentación del dinero y los actos desleales y de corrupción contra las Instituciones y al Ecuador no son tema nuevo, y en los momentos más apremiantes de nuestra historia, unos "malos elementos" por no usar otros terminos hacia estos individuos, le apostaron a la vida fácil, al compadrazgo y a ser todo menos unos hombres y militares de honor.

¿Qué hicieron estos malos elementos del Ejército ecuatoriano (carcomidos por la corrupción) con el poco dinero que se contaba para armar a nuestras Fuerzas Armadas?

Estos malos elementos del Ejército ecuatoriano, que tenían una sola misión, se fueron de paseo a Panamá con dinero en mano simplemente a turistear y pensando en como hacer más dinero (con dinero que no les pertenecía) con productos traídos a nuestro país a través del contrabando, telas, cigarrillos y recuerdos del paseo etc.

Estos actos de corrupción por parte de un grupo minúsculo de militares le pasó factura a nuestro país en julio de 1941, que sumado a elementos incopetentes que no podían discernir entre un "casus belli" (causa de guerra) fueron los que sepultaron cualquier intención de defensa con las concecuencias ya conocidas por todos nosotros los ecuatorianos.

Falta de patriotismo al llamado de la defensa nacional

Archivo del Diario El Telégrafo de Guayaquil

El Ejército invisible

Un informe del Crnl. Burbano, Jefe de Zona de Guayaquil señala que: "Los ciudadanos que formaban las Guardias Nacionales, seguían inscribiéndose y, a decir verdad, eran más de 2.000 los que se habían acuartelado.. Pero el día 19 de julio cuando se ordenó que fueran decretadas las altas de los individuos inscritos, se presentaron al cuartel solo 95 voluntarios".

"Con relación a esto, cabe hacer conocer a la Superioridad el poco espíritu patriótico de la ciudadanía; pues que, como se ve, en menos de 48 horas fueron presentadas todas las solicitudes de exención, observándose que sin embargo de haber gran explotación por parte de muchas autoridades judiciales para despachar las diligencias previstas en los artículos 52 y 55 de la Ley del Servicio Militar Obligatorio, la ciudadanía prefería pagar fuertes cantidades de dinero a las antedichas autoridades para así eludir el cumplimiento del deber que todo buen ciudadano tiene contraído con la patria". Se presentaron 464 solicitudes de exención en los dos días. (La Invasión Peruana de 1941 y el Protocolo de Río, p. 56, Julio Tobar Donoso).

¿A dónde se fueron esos ecuatorianos de índole guerrera, a los que hizo alusión el Crnl. Urrutia en la sesión del 2 de mayo de 1941? Aquí se quedaron, escondidos, refugiándose entre las enaguas de madres cómplices que contaban con el respaldo de los bolsillos de padres timoratos y poco viriles.

Caricatura tomada de Diario El Telégrafo de Guayaquil en julio de 1941 que criticaba la situación de las Guardias Nacionales guayaquileñas tras desistir de marchar al frente de batalla ante la invasión peruana. ¿Vamos a la guerra? - Vayanse, respondía un Juan Pueblo malhumorado.

La V de la Victoria hace referencia a la señal realizada con los dedos de Winston Churchill tras su famoso discurso en la Cámara de los Comunes "Nunca nos rendiremos" del 4 de junio de 1940.

La "ayuda" internacional

Reportaje tomado de Diario El Comercio del 7 de julio de 1941

Después del ataque a las guarniciones de frontera y el uso de la aviación peruana para bombardear la capilla de Huaquillas y el Cuartel de Chacras, y en vista del "delicado giro" que ha tomado la situación, el 9 de julio de 1941 los gobiernos de los países garantes presentaron en forma oral una "sugestión amistosa" al Perú y a Ecuador que contiene los siguientes puntos: retiro de las tropas a 15 km de la línea de status quo; suspensión del vuelo de aviones militares en dicha zona; envío de agregados militares para supervisar el retiro de las tropas y la firma de un documento de paz y amistad.

El Ecuador lo aceptó de inmediato. El Perú lo hizo con reservas y descartó por el momento, la presencia de observadores militares.

Durante la tercera semana de julio se avanza muy poco en el logro de una fórmula de arreglo. Las diferencias de posición se mantienen hasta que, finalmente, las hostilidades militares se reanudarían con más intensidad que antes.

Continuará...

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