lunes, 1 de octubre de 2018

Los campos de concentración para civiles y militares ecuatorianos en Piura

Civiles ecuatorianos retenidos en Catacaos Piura, posan obligados para "una foto del recuerdo" con Guardias Civiles (Policía peruana) en el Campo de Concentración para los "sospechosos o informantes", algunos de estos cíviles a su llegada a Guayaquil denunciarían hacinamiento y maltrato por parte de sus captores, algunos incluso llegaron a morir de hambre y sufrieron vejaciones por parte de las autoridades peruanas

No sólo los peruano-japoneses tuvieron que pasar duros momentos en centros de detención gracias a sus gobernantes, los ecuatorianos pasaron no tan buenos momentos en el Campo de Concentración de Catacaos (Piura).

La calma y ambiente de paz que se vivía en la provincia de El Oro se vió interrumpida con la invasión peruana de julio de 1941, el vecino del sur consideró que "las agresiones del 5 de julio" (ataques a sus guarniciones de frontera en el límite con Tumbes), fueron necesarias para iniciar el "estado de guerra" y destruirlo todo a su paso.

Como Perú no declararía formalmente la guerra, solo se consideró a sí mismo como "país agredido", y se reservó el derecho de iniciar acciones militares con bombardeos aéreos (desde el primer día de la guerra) a las poblaciones de frontera y hasta ataques al "Aviso Atahualpa" en Puerto Hualtaco, para ellos la guerra había iniciado, para nuestras fuerzas y autoridades existía una gran incertidumbre, ¿Qué planea Perú con sus ataques a nuestras guarniciones?, el estado de alerta de guerra "no llegaba" de ordenes superiores, pero las circunstancias lo hacían parecer todo lo contrario.

El Perú de 1941 no sólo tomó represalias contra el Gobierno ecuatoriano y sus Fuerzas Armadas de ese entonces "por la alevosía" de atacar sus puestos de avanzada en los limites del Oro, tomó represalias contra todos los ecuatorianos "del otro lado de su frontera", inclusive con la poblacion civil, que a más de ser bombardeadas, algunos lograron salir a tiempo, pero otros se quedaron y para colmo de males fueron llevados a campos de detención en Perú, el calvario de la guerra recién empezaría para ellos.

La retórica y amenazas de la guerra junto a la destrucción y saqueo de toda la provincia de El Oro no fue necesario para el Gobierno peruano de Manuel Prado ni para el "Agrupamiento del Norte", comandado por el General Eloy Ureta, había que causar "más daño" a los ecuatorianos, por eso se decidió detener a los civiles en Campos de Concentración, "para evitar filtraciones de información" y para tener otra figura a su favor con la cual poder negociar, civiles y militares retenidos en Catacaos, Piura.

A casi 300 kilómetros de distancia desde el campo de batalla (Huaquillas - El Oro), Catacaos se encuentra en el Departamento de Piura, norte del Perú, esta región mucho más "hostil" y adentrada del vecino país hacía imposible "posibles fugas" o "filtraciones de información", dejando a los ecuatorianos sólos a su suerte y sin planificación "a un futuro rescate".

En un principio, durante los primeros días de la guerra, la información de estos lugares ya era tema de discusión en la prensa escrita y familias ecuatorianas habían denunciado la desaparición de vecinos y familiares y la única respuesta a estos "raptos" fue "se los llevaron a Perú, están en Tumbes retenidos por el simple hecho de ser ecuatorianos".

Si no hubo ni tiempo ni reacción para equipar mejor a nuestras Fuerzas Armadas, mucho peor tiempo o esfuerzo para lograr un rescate a nuestros compatriotas detenidos en el Perú, sólo nos quedaba reclamar a través de nuestra prensa escrita y la Cancillería ecuatoriana representada por el Dr. Julio Tobar Donoso.

La información que corría de estos cárceles para ecuatorianos era real, se los habían llevado al Perú, pero no estaban a escazos kilometros de la frontera en Tumbes, se los habían llevado "tierra adentro", a cientos de kilómetros de la frontera para evitar los intentos de fuga o amotinamiento.

Lea más: El testimonio de un prisionero de guerra y su cautiverio en Tumbes

Prisioneros de guerra ecuatorianos detenidos en Catacaos, estuvieron cautivos durante los meses que duró la guerra, al igual que civiles ecuatorianos que fueron hechos prisioneros al ser considerados "sospechosos" o "posibles informantes" de los movimientos peruanos durante el conflicto, se los llevaron a Piura.


La historia peruana considera "ases de la aviación" a todos sus "héroes" que participaron de la campaña aérea en la guerra contra Ecuador, váyase a saberse si sólo en Perú un aviador es considerado "as" por bombardear civiles y destruir pueblos enteros, los verdaderos "ases" de la aviación tienen en su haber el derribo de varios aeroplanos adversarios, los peruanos no derribaron ningún avión ecuatoriano en 1941, pero se llaman así mismos "ases".

Durante los meses de julio agosto y septiembre, meses en el que el estado de guerra había estado latente, y ni antes ni después de las acciones de armas, el Ecuador jamás tomó represalias contra los civiles peruanos mientras duró el conflicto, ningún reporte periodístico o denuncia de la Cancillería peruana a sus poblados se puede encontrar ahora entre archivos y documentos de esa época, simplemente porque el Ecuador no consideró iniciar una guerra fratricida para asesinar peruanos "por que sí", para nuestro vecino del sur fue más fácil cometer estos actos y crimenes contra la población civil, inclusive en extractos del filme "Alerta en la Frontera" se expone a los ecuatorianos que fueron hechos prisioneros durante la guerra, tanto civiles como militares fueron promocionados como "atracción" de la cinta por la prensa peruana de ese entonces.

Diario El Universo del Viernes 17 de Octubre de 1941

El calvario de la guerra de estas personas que sufrieron la detención por el simple hecho de ser ecuatorianos duraría un aproximado de cuatro meses, ya que entre cíviles y militares que fueron puestos en libertad en octubre de 1941, sumaban un total de 301 compatriotas, de los cuales uno fallecería en Guayaquil por el estado de postración en el cual llegó a suelo patrio.

Los peruanos no sólo habían recluído a ecuatorianos en Tumbes y Piura, en Iquitos se encontraba una cantidad considerable de prisiones de guerra.

De entre los reportes periodísticos de 1941, figuran un sinnúmero de reportajes sobre la llegada de los ecuatorianos cautivos en el Perú, uno de los reportajes de Diario El Universo, informa la llegada de 171 prisioneros que corresponden al personal de tropa y seis oficiales que lograron sobrevivir al cautiverio y llegaron con vida al puerto de Guayaquil a bordo del Vapor "Aysen".

Reporte de Diario El Comercio de Quito, donde narra la llegada de los 129 cíviles ecuatorianos que fueron hechos prisioneros en el Ecuador por las fuerzas de ocupación y llevados al Campo de Concentración en Catacaos, Piura.

El primer grupo de civiles ecuatorianos que llegó al puerto de Guayaquil fue en su mayoría orenses, los cuales decidieron quedarse en sus hogares antes que abandonarlos ante el inminente avance peruano, en las primeras semanas de la guerra, cuando no existía todavía la presencia de observadores militares neutrales, es cuando el Ejercito peruano aprovecha para cometer sus crímenes, saqueos y destrucción de El Oro, ahí es cuando se rapta a los últimos sobrevivientes de la provincia y se los llevan al Perú para "influirle" más daño a nuestro país.



Del otro lado de la frontera sur en la actualidad, poco se habla de las atrocidades que cometieron contra la población civil durante la invasión de 1941, simplemente no se acuerdan o no les conviene hacer un "revisionismo completo" de las misiones aéreas en contra del Ecuador, al igual que los ecuatorianos detenidos durante los meses del conflicto y llevados a Piura para su retención, en cambio se inventan "operaciones aéreas ecuatorianas" y como en sus libros de historia no constan estos crimenes, simplemente consideran "falsos" estos hechos, "ya que no cuadran con su versión" todos estos excesos que se denunciaron y se siguen denunciando desde el Ecuador.


Diario El Comercio, octubre de 1941

Una de las tantas notas de prensa relata lo siguiente:

Fueron objeto de los más crueles tratos por parte de las autoridades peruanas, todos fueron hechos prisioneros en El Oro y llevados al campo de concentración de Catacaos, en donde pasaron días muy amargos. Vinieron a bordo del Vapor "Aysen", cuyo Capitán y oficiales extremaron sus atenciones a los viajeros. Todavía quedan 85 ecuatorianos en Paita y 500 en Talara, en espera de la oportunidad de regresar a su patria.

La prensa internacional destaca los campos de concentración del Perú:


Tomado del New York Times del 11 de Noviembre de 1941

El Diario estadounidense The New York Times destaca la llegada de nuevos prisioneros ecuatorianos  el 10 de noviembre de 1941 a Guayaquil que fueron liberados por el Perú, algunos eran trabajadores por años en los campos petrolíferos de Talara y Lobitos y otros fueron hechos prisioneros de la ocupada provincia de El Oro y enviados a campos de concentración en Perú.

El Perú y su relación con los Campos de Concentración

En el Gobierno del Presidente peruano Manuel Prado, también se negoció con las vidas de los peruano-japoneses que fueron expulsados de su propio país a campos de concentración en los Estados Unidos, al parecer entre una de las tantas "tácticas psicológicas" del Perú fue encerrar a ecuatorianos en campos similares.

Después de la publicación de la lista negra el 17 de julio de 1941 por parte de los Estados Unidos, miles de familias peruano-japonesas empezaron a ser encarceladas y retenidas en campos de concentración para luego ser expulsadas a Norteamerica, la prensa peruana en complicidad con el Gobierno de Prado mantuvieron el secreto y no dieron a conocer a la opinión pública estos atropellos a sus propios ciudadanos, en cambio centraron toda la atención a la guerra con el Ecuador. Mientras se creaban historias de héroes e invasión a costa de los ecuatorianos, su prensa no informaba ni una misión del Cuerpo Aeronaútico del Perú a los ataques a la población civil en la frontera.

La vida de estas personas fue negociada extracurricularmente fuera del Protocolo de Río de Janeiro, ya que Perú ofrecía simpatía a la causa estadounidense entregando en bandeja de plata a los peruanos-japoneses, según ellos, "informantes de El Eje" asentados ya hacia años en el Perú.

Estas medidas se adoptaron aun cuando el Tratado de Paz, Amistad entre Perú y Japón, firmado el 21 de agosto de 1873, seguía en vigencia.



Nota del Editor:

En uno de los primeros reportes de prensa de 1941, analizado por esta web en mayo de 2018, ya se alertaba de la existencia de estos centros de detención para ecuatorianos, el cual informaba que estaba ubicado en Tumbes, lo que se reportó en ese entonces fue veraz ya que se informó de la desaparición de civiles ecuatorianos, sólo que algunos fueron llevados a Piura y otros permanecieron en Tumbes, y como era de esperarse, la prensa peruana al parecer jamás reportó nada sobre estos lugares en su propio país, hasta la fecha seguimos a la espera de información


Diario El Comercio, julio de 1941

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