miércoles, 26 de septiembre de 2018

Algunas curiosidades de la SEDTA: años dorados, la guerra y el boicot

El avión Junker de la SEDTA "Guayas", con su matrícula HC-SAC en un vuelo comercial junto a su gemelo por la Cordillera de los Andes. Foto tomada por Gottfried Hirtz

Algunas curiosidades y hechos relacionados a la amistad ecuatoriano-alemana durante los años previos y posteriores a la Segunda Guerra Mundial y la invasión peruana de 1941.

Los ecuatorianos que se podían dar el lujo de viajar en avión allá por los años treinta tenían la garantía de contar con los servicios de dos empresas bastante seguras, prestigiosas y aparentemente rivales políticas entre sí; La Sedta y Panagra, en ese orden llegaron a operar en cielos ecuatorianos.

La SEDTA (Sociedad Ecuatoriana De Transportes Aéreos) hizo acto de presencia en el Ecuador -precisamente en Guayaquil- en 1928. Tenía tinte alemán y colombiano; su nombre inicial era SCADTA (Sociedad Colombo-Alemana De Transportes Aéreos).

En aquel año, un hidroavión de la SCADTA voló de Barranquilla al caudaloso Guayas.

Esa presencia despertó el interés de los Estados Unidos y pronto apareció en los aires, allá por 1929, la Pan American Airways, que con el paso del tiempo se iba a convertir en la Panagra (más tarde en la Braniff y finalmente en la American Airlanes).

La rivalidad comercial tomó luego cierto matiz político, en 1933 llegó al poder en Alemania un simple cabo, quien trepó posiciones y, finalmente, -con su verbo encendido y sus llamamientos a recuperar el poder germano- ganó los votos de sus compatriotas. Adolf Hitler fue mostrando paulatinamente su tinte dictatorial y caudillesco y luego sus deseos de dominar el mundo.

El guayaquileño Luis Orrantia apareció inicialmente como el impulsor de la Sedta con el respaldo de la DLH (Deutsche Lufthansa).

Ecuador y las ciudades donde operaban ambas aerolíneas no se pronunciaron abiertamente por ninguna de las dos empresas y tanto Panagra como Sedta tenían sus clientes y simpatizantes.

Junker W34 de la SCADTA en Barranquilla

El accidente que se cobró vidas en Bolivar

El viernes cuatro de septiembre de 1938, en Quito hubo mucho interés por recibir un gran avión de la Sedta. Se lo llamó "Pájaro Azul" y se lo anunció como una nave aérea construida en Alemania con todos los adelantos modernos y piloteado por un as de la aviación germana, el capitán Fritz Hammer.

De repente, hubo novedades. El avión no apareció en el aeropuerto quiteño. Al día siguiente, durante una busqueda desde el aire, se localizaron en la zona montañosa de Simiatug, provincia de Bolivar, en el centro de Ecuador, los restos destrozados de la aeronave. Los tres alemanes-Hammer y otros dos tripulantes- y el capitán aviador ecuatoriano Marco Aguirre, habían fallecido tras el siniestro.

Hubo estupor por el accidente, pero Sedta trajo otra nave y siguió realizando esfuerzos por mantenserse en el aire y en las mejores condiciones, aunque ese golpe fue muy duro.

La Panagra estadounidense tuvo algunos tropiezos y más de una emergencia, pero no llegó a los niveles trágicos de su competidora.

Guerra y posterior descenso

En 1940 con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, en Europa, inicialmente no tuvo las características de mundial. Estados Unidos se resistió a entrar en el conflicto, hasta que en diciembre de 1941, Japón atacó la base de Pearl Harbor en Hawai.

Sedta se mantuvo dificilmente por ese entonces. En 1941 siguió volando en el Ecuador, según lo certifica en sus memorias en diplomático peruano Juan Miguel Bákula, quien cuenta que -tras ser nombrado secretario para la embajada en Quito, en abril de ese año- viajó hasta Guayaquil en buque y luego a la capital ecuatoriana en un avión de la Sedta.

Luego el señor Bákula fue embajador en Quito y -como detalle extra- su hija Claudia se casó con el diplomático ecuatoriano Fernando Ribadeneira Fernández Salvador.

Hay también relatos de que por lo menos un avión de Sedta apoyó -cautelosa y ocasionalmente- a la tropa ecuatoriana, desprovista de aviación, en su resistencia contra la invasión peruana de 1941.

El 17 de julio de ese año se selló la suerte de Sedta, ese día, el presidente Franklin D. Roosevelt, de EE.UU., publicó una "lista negra" de empresas alemanas en América Latina y estuvo incluida la aerolinea, inclusive se la acusó de llevar un plan de bombardeo al Canal de Panamá, propaganda necesaria para boicotear y desprestigiar a la compañía aérea, allí terminó su historia.

Posteriormente, en 1942, los alemanes, italianos y algunos japoneses residentes en el Ecuador y otros países latinoamericanos fueron enviados a campos de concentración en los Estados Unidos, a bordo de los buques Cerigo y Arcadia.

Finalmente, Alemania perdió la guerra y se esfumó la Sedta, algunos de sus Junkers volaron por lo menos hasta 1956 en la nueva compañia aérea TAO (Transportes Aéreos Orientales), una de esas naves fue rescatada por la Lufthansa y se encuentra volando nuevamente los cielos europeos.

Un Adhesivo de equipaje de la aerolínea Sedta

Lea más: Si no era Ecuador, ¿Toda Sudamérica iba bombardear Panamá?

La primera lista emitida por los EE.UU. a sus alidos de los sospechos en Ecuador de ser colaboradores con el Eje

Boicot durante la guerra contra Perú

El inicio de la guerra con Perú había tomado por desprevenido al Ecuador, sin una preparación o planificación para contrarrestar los planes de invasión del "Agrupamiento del Norte", el esfuerzo de la Sedta se vio frustrado nuevamente con la acusación estadounidense de que la aerolinea iba a atacar Panamá.

Después del cinco de julio, fecha de iniciada la guerra y para ayudar a la Fuerza Aérea del Ecuador que a la fecha sólo contaba con tres aviones de entrenamiento Curtiss Wright CW-19A, algunas rutas de la Sedta se aprovecharon para enviar pertrechos y ayudar con la movilización de personal a la frontera, pero a tan sólo 12 días de iniciada la guerra con el Perú, la aerolínea es sancionada por los EE.UU. e inicia su persecusión y confiscación de las aeronaves que se habían sumado al esfuerzo ecuatoriano de la guerra.

Ese última ayuda a la estadounidense volteó todo el peso de la guerra para los peruanos, ya que a tan solo días de iniciado el conflicto, la única opción de logística aérea se le era cerrada al Ecuador.


Para agilitar la confiscación, según los estadounidenses la Sedta tenía listo un plan de ataque al Canal de Panamá, justamente Ecuador se encontraba en estado de guerra con el Perú, pero según ellos, la aerolínea había decidido esforzar sus capacidades logísticas para una misión de bombardeo a Panamá.



¿Hostigación a la peruana o creando el clima necesario de guerra?

¿Recuerdan el "impasse diplomático con Perú por el Junker de Sedta", y el reclamo por el avión comercial confundido por uno militar y la supuesta violación al espacio aéreo peruano previo a la guerra?, investigaciones particulares han hallado información en la prensa ecuatoriana de 1941 de dicho incidente.

Autoridades peruanas de antemano conocían de la llegada del avión y hasta habían hostigado a los representantes de Lufthansa en Lima para pintar una bandera ecuatoriana en el aeronave, antes de salir a nuestro país poseía una bandera alemana, los peruanos reclaman "violación al espacio aéreo" y luego naves del Cuerpo Aeronáutico del Perú escoltarían al aparato hasta Machala, ¿Nuevamente espionaje aéreo o sólo ganas de mirar más de cerca lo que poseía el Ecuador en su lado de la frontera?.

Hasta la fecha en Perú se hacen públicos los archivos de prensa del incidente diplomático de la Sedta en sus medios de comunicación, igualmente las ordenes de intercepción al "Aconcagua" y del por qué hubo la necesidad de escoltarlo hasta Machala.


Diario El Comercio, miercoles 15 de enero de 1941. Foto Cortesía Eduardo Espinosa Mora

El "Aconcagua" en Argentina antes de su llegada al Ecuador

Anexo fotográfico:


Uno de los primeros vuelos de la SEDTA a la provincia de Manabí, se aprecia a curiosos con sombresos de paja toquilla, o sombrero "Montecristi"



Hoja volante de la Sedta y sus servicios comerciales y de correos que ofrecía en 1938 en Ecuador


Itinerario de Pan American Grace el costo para viajar a Lima desde Guayaquil era el de 0,43 centavos de dólar, y $ 2,21 a Nueva York. Un dólar costaba entre 2 y 4 sucres. En una familia guayaquileña de cuatro personas más tres empleadas se hacía mercado con 5 sucres. Foto Cortesía José Antonio Iturralde Gómez @JGomezIturralde

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