Hito colocado por la Comisión Mixta Demarcadora que realizó sus labores desde 1943 |
Luego de la firma del Protocolo de Río, durante el proceso de demarcación, surgieron una serie de problemas en relación a los cuales las dos partes de la Comisión Mixta no podían llegar a un acuerdo.
El Informe McBride IV Parte
Aquí transcribimos del libro Mito y Realidad de una Frontera. Perú Ecuador 1942-1949 de Ernesto Yepes los párrafos que nos explican como la mayor parte de esos desacuerdos fueron resueltos por los gobiernos de Argentina, Brasil y Estados Unidos de forma favorable a Ecuador. Especial énfasis se ha puesto sobre el fallo de Dias de Aguiar a propósito de la Cordillera del Cóndor.
Si bien la línea propuesta por el Protocolo recoge la fundamentación histórica y geográfica de la frontera entre los dos pueblos, muchos detalles importantes necesitaban ser precisados, especialmente en la zona oriental para la que sólo se habían señalado "algunos puntos de referencia".
Por tanto se sabía que el proceso de demarcación no iba a consistir sólo en la tarea técnica de reconocer, levantar los planos y establecer los hitos. Por tratarse de una extensa línea de frontera que cruzaba tierras inexploradas o poco conocidas se esperaba que surgirían muchos "puntos importantes por determinar y segmentos de territorio por ubicar".
La Comisión Mixta Demarcadora de Límites dividió el proceso de demarcación en dos sectores, el oriental y el occidental, subdividiendo cada uno en brigadas mixtas que empezaron a trabajar simultáneamente en diversas partes de la frontera.
Hacia fines de 1943, esto es, a un año de la firma del Protocolo, gran parte de la frontera occidental (desde la boca del Zarumilla hasta la cumbre de los Andes en el nudo de Sabanillas) estaba demarcada definitivamente, habiéndose establecido incluso cuáles eran las áreas problemas por resolver en tanto el trabajo de demarcación avanzaba en otros sectores.
En el área oriental el trabajo progresó mucho más lento por la naturaleza del terreno y el poco conocimiento previo.
Pronto resultó evidente que varios de los problemas planteados durante el proceso de demarcación no podrían ser resueltos por la Comisión Mixta, debiendo apelarse a los mediadores para su solución. Actuando de conformidad con los demás gobiernos garantes, Brasil tomó el liderazgo en la mediación y envió en julio de 1943 al capitán Braz Dias de Aguiar a examinar las áreas problemáticas.
Era éste uno de los más calificados expertos en fronteras de aquel vasto país. Desde 1929 había ejercido la Presidencia de la Comisión Demarcadora Brasileña de la Frontera Norte, demarcándose bajo su responsabilidad las fronteras del Brasil con la Guyana Holandesa, Guyana Británica y Venezuela.
Después de una serie de circunstancias que permitieron al capitán Braz Dias de Aguiar ampliar sus poderes para decidir sobre los puntos en disputa presentó su informe final el 14 de julio de 1945. Sus decisiones cubrían todos los puntos de diferencia tanto en el sector occidental como en el oriental.
Las decisiones de Dias de Aguiar
De acuerdo a McBride, "Las decisiones del Capitán Dias de Aguiar, tal como estuvieron incluidas en la fórmula aceptada por los dos países en 1944 y con los cambios introducidos en su informe final -más completo- del 14 de julio de 1945, cubrían todos los puntos de diferencia que se habían presentado tanto en el sector occidental como en el oriental de la frontera.
Dias de Aguiar había recorrido la mayor parte de la zona limítrofe en sus varias visitas a la frontera, habiendo volcado su riquísima experiencia en la solución de todos los problemas limítrofes de Brasil al arreglo de los desacuerdos en estas áreas problemáticas. Su mayor propósito, lo señalaba, era llevar a cabo la intención de aquellos que habían diseñado los términos del Protocolo.
Al mismo tiempo, él reconocía que ese documento era un arreglo redactado muy apresuradamente bajo la presión de las circunstancias en la Conferencia de Río de Janeiro, y que, además, estaba basado en un conocimiento imperfecto de la región a través de la cual se habían proyectado los límites.
Por tanto, buscó decidir por una línea que no sólo cumpliera los propósitos del Protocolo, sino que también sirviera como un límite satisfactorio permanente, lo más libre posible de defectos que pudieran originar futuras controversias.
Las decisiones que tomó fueron acertadas y, con pocas excepciones, aprobadas en su totalidad por las dos partes interesadas.
El primer problema sobre el cual el capitán Dias de Aguiar emitió una decisión fue con relación al curso que los límites deberían seguir tierra adentro a partir de la Boca de Capones. El decidió que debería seguir el thalweg del Estero Grande (o Canal de Capones) dejándole las islas de Correa y Matapalo al Perú y Callejones, Tambeque y Pollos a Ecuador." ()
Dias de Aguiar y la Cordillera del Cóndor
"En el extremo meridional de la Cordillera del Cóndor, la Comisión Mixta había podido ponerse de acuerdo con respecto al curso que el límite debería seguir, tan lejos como latitud 4o29'20"S y longitud 78o38'2"0. En el extremo norte de la Cordillera había sido imposible llegar a un acuerdo.
En vista de que los términos del Protocolo eran imposibles de aplicar en el terreno, como ha sido observado, dado que la principal divisoria de aguas Zamora-Santiago no llega hasta el Yaupi, el capitán Dias de Aguiar, buscando establecer el límite de acuerdo con la intención obvia de los que diseñaron el Protocolo, decidió que la línea debería seguir hacia el norte la divisoria principal de aguas a lo largo de la Cordillera del Cóndor hasta el punto donde una cadena de colinas se desprende del cuerpo principal de la cordillera en dirección noreste hacia el Yaupi, estribación que debería continuar hasta la confluencia del Santiago-Yaupi.
En el caso de que no llegara, incuestionablemente, a esta confluencia, el límite debería seguir una línea recta a partir del fin de la cadena hasta el Yaupi.
Esta parecía ser la única solución lógica del asunto y fue aceptada por ambas partes. Esta decisión dejó a Ecuador los lavaderos de oro a lo largo de la mayor parte del río Santiago aguas arriba del Yaupi, incluyendo ciertas concesiones que había hecho este país a algunos norteamericanos para explotar estas arenas.
La divisoria de aguas en la Cordillera del Cóndor ha sido demarcada desde el extremo sur hasta un punto ubicado en latitud 4o7'16,9"S y longitud 78o34'17,8"O. Se colocaron hitos en algunos otros puntos, pero el tendido de toda la línea no se ha completado aquí (mayo de 1949).
Cuando se emprendió la demarcación detallada a partir del Yaupi hacia un punto indiscutido (latitud 3o5'22,5"S y longitud 77o56'35"O) cerca a donde concluye la cadena de colinas antes mencionada, nuevamente la Comisión Mixta no pudo ponerse de acuerdo totalmente.
El Perú alegaba que la cadena continuaba del punto arriba señalado, en una línea curva de bajas colinas que flanqueaban estrechamente el curso del Santiago inmediatamente sobre la confluencia Santiago-Yaupi. Ecuador sostenía que la cadena terminaba en el punto mencionado, y que, por tanto, los límites deberían seguir una línea directa desde allí hasta el Yaupi.
El problema era si la línea de bajas colinas a lo largo del Santiago era, en efecto, una continuación de la divisoria de aguas especificada por Dias de Aguiar, o si ésta constituía una cordillera separada, desconectada, independiente.
Hasta el momento en que se ha escrito el presente documento (mayo de 1949), este punto pequeño, pero de cierta importancia, no ha sido decidido.
Puede involcurar algunos lavaderos de oro y, posiblemente, una parte de las concesiones que Ecuador otorgó a intereses mineros norteamericanos.
Otra controversia incluida entre aquellas que Dias de Aguiar debía decidir, se centraba en la confluencia del Yaupi con el Santiago. A fin de trazar los límites a lo largo de la línea geodésica indicada por el Protocolo desde la confluencia Yaupi-Santiago hasta la del Pastaza-Bobonaza, era necesario decidir la ubicación exacta de la primera confluencia.
Esto era importante porque la línea debía correr tan cerca a dos de los puestos avanzados del Perú -los denominados Cahuide sobre el Santiago y Vargas Guerra sobre el Morona-, que una diferencia de pocos metros en el extremo pivotal de esa línea podría decidir si estos puestos permanecerían en territorio peruano o caerían en el lado ecuatoriano de la nueva frontera.
El punto tuvo que ser remitido a los mediadores. Dias de Aguiar, después de estudiar cuidadosamente el asunto, encontró que la exacta confluencia del Santiago-Yaupi estaba ligeramente más hacia el sur-este (sólo a 72 metros) de donde se le había localizado en los reconocimientos iniciales, sin embargo, esta pequeña diferencia era suficiente para dejar ambos puestos en el lado ecuatoriano de la frontera, y el Perú estuvo obligado, aunque renuente, a abandonar los lugares y desplazar sus guarniciones a nuevos sitios más abajo en ambos ríos."
La mayor parte de los fallos favorecieron a Ecuador
De los quince problemas sometidos a los mediadores diez fueron favorables al Ecuador y sólo cinco al Perú. A continuación se enumeran todos poniendo en cursivas los que a juicio de McBride son los más importantes:
A) En la parte alta de la Quebrada La Laja
B) En la parte alta del río Puyango (con el puente Puyango)
C) En la Quebrada Trepazola
D) En el Cazaderos alto
E) En el Nudo de Sabanillas
F) En el río Blanco
G) En la parte norte de la Cordillera del Cóndor
H) En la confluencia Yaupi-Santiago
I) En la línea geodésica Yaupi-Pastaza
J) En la selección de la Quebrada Norte como la que corresponde al Zancudo Lagartococha (219-cap.7)
Las siguientes fueron las decisiones contrarias a las demandas ecuatorianas:
A) En el bajo Zarumilla, incluyendo las islas de Correa y Matapalo y en el delta del Zarumilla
B) En la parte baja de la Las Lajas seleccionada en lugar de la Quebrada Seca (o Faical) que Ecuador reclamaba.
C) En la parte baja de la Quebrada de Cazaderos
D) En Bellavista
E) (Posiblemente) en la cabecera del Lagartococha (no decidido todavía) (219-cap.7)
Para mediados de 1949 McBride considera que prácticamente su tarea ya está cumplida. La mayor parte de los 1500 km. de la nueva frontera había sido reconocida, fijada de forma definitiva y completamente demarcada.
Restaban pequeñas excepciones en la cabecera del Lagartococha y a lo largo del Güeppí y aproximadamente 130 km a lo largo de la divisoria de aguas de la Cordillera del Cóndor. Para él la ratificación "final del sector oriental de la frontera debería ser una mera formalidad como lo había sido la del sector occidental aunque, presumiblemente, uno u otro de los gobiernos podría plantear algunas objeciones incluso en esa tardía fecha (143-cap.5)
De esos 1500 km 631 correspondían al sector occidental que incluia 400 sólo del tramo andino. Este sector occidental estaba casi completamente señalado por características naturales: canales interislas, cañones, cimas de montañas. De otro lado, el sector oriental sigue una divisoria de aguas (la Cordillera del Cóndor) por cerca de 250 km y cursos de ríos por cerca de 100.
El resto, 469 km consiste en líneas geodésicas. Estas líneas establecen sus límites determinados por factores naturales, que en su mayor parte son confluencias de ríos que señalan cabeceras de navegación.
Otro punto que preocupaba a McBride era la capacidad de esta nueva línea fronteriza de pervivir en el tiempo, de cumplir con las exigencias de una línea internacional. Considerada como tal la nueva línea tiene dos componentes por examinar, los principales y los secundarios.
Los primeros son los esenciales, "son los que definen la línea en ambos sectores y dan su carácter general a la frontera. Los secundarios, que en conjunto constituyen sólo una pequeña porción de la frontera, no pueden alterar el carácter general de la línea pero sí indicar posibles debilidades que pueden continuar creando dificultades, tal como ocurre en la mayor parte de los límites internacionales (159-cap.5)."
McBride examina entonces los que denomina segmentos principales para concluir categórico que "combinando estas secciones principales de la línea del Protocolo, tanto en el Este como en el Oeste los que en conjunto hacen alrededor de tres cuartos de la nueva frontera es evidente que la mayor parte de la línea trazada se sostiene en sólidos fundamentos históricos y geográficos. Vista en perspectiva de tiempo y espacio, en sus aspectos geográficos e históricos, la frontera parece representar (con algunas excepciones menores) la divisoria natural entre los dos pueblos (164-cap.5)."
Sigue a continuación un examen de los segmentos menores que, si bien son capaces de causar problemas en el futuro son sin embargo, susceptibles de negociación entre las dos partes.
Uno de los probables problemas que aborda es el de la necesidad de extender la frontera hacia el mar, más allá de la línea costera, en la Boca de Capones.
Ilustración difundida por la Revista Caretas |
Nota del Editor:
Significado de "thalweg": La línea de vaguada (a veces también aparece con el nombre de talweg o thalweg, que es el nombre original en alemán) representa en el sistema hidrográfico, invertida, la aplicación del principio de las altas cumbres en el sistema orográfico.