Después del cese al fuego y la suscripción del fugaz Acuerdo de Talara, la Cancillería ecuatoriana empezaba a conocer las verdaderas intensiones peruanas tras el fin del conflicto armado, ahora iniciaba una nueva guerra en la mesa negociaciones.
¿Acuerdo de Paz y Amistad?
Ninguna persona o autoridad en su sano juicio consideraría llamar un acuerdo de paz o amistad a algo que fue impuesto con la fuerza y el uso de las armas, la paz como tal no se respiraba en el Ecuador, sino todo lo contrario, desde ese día iniciaba una larga lucha de reinvindicación en contra del invasor, que había saqueado y ultrajado a toda una provincia y celebraba con bombos y platillos la destrucción y humillación por la que hizo pasar a todo un país.
En enero de 1942, en la ciudad de Río de Janeiro, se desarrollaba la Tercera Reunión de Consulta de Cancilleres para analizar la participación directa de los Estados Unidos de Norteamérica en la Segunda Guerra Mundial, motivada por la agresión japonesa a Pearl Harbor.
Durante aquella Reunión de Consulta, sin que contase en la agenda de discusión, los países garantes: EE.UU., Argentina, Brasil y Chile aprovecharon de aquella circunstacia para presionar a la delegación ecuatoriana (Doctores Julio Tobar Donoso, Carlos Tobar Zaldumbide, Héctor Albornoz, Luis Bossano, Eduardo Salazar Gómez y Juan Xavier Marcos), para que firmara el Protocolo que establecerá el límite definitivo, so pena de que el Perú continuase adentrándose en territorio ecuatoriano.
Una de las principales exigencias de la delegación ecuatoriana fue el retiro de las tropas peruanas, que permanecían en El Oro realizando una ocupación efectiva desde 1 de Agosto de 1941, las cuales iniciaron el retiro dos semanas después de la suscripción al Protocolo.
En cambio la delegación peruana buscaba evitar a toda costa cualquier salida al Amazonas, cortando las posibles rutas de navegabilidad y estableciendo los puntos fronterizos en zonas donde los ríos nacían, imposibilitando la navegación de barcos de alto calado y no en todas las épocas del año.
La negociación se llevó a cabo con la figura de la "prenda territorial" a favor de Perú y con las amenazas de que si no se llegaba a ningún acuerdo, la guerra sería direccionada a más ciudades del Ecuador.
Los límites y tierras que se discutieron, partieron a partir del último entendimiento de 1936 con la resolución del "Acta de Lima", que dejaba al Ecuador fuera de una presencia efectiva sobre la tierra que reclamaba, vale la pena mencionar también que debido a la derrota militar, existía un nuevo statu quo y el Ejército peruano había traspasado los puntos que fungían de frontera provisional hasta 1941.
Lea más: El primer encuentro entre la diplomacia peruana y ecuatoriana
Lo que respecta a la posesión efectiva ecuatoriana antes del inicio de la guerra en comparación a lo cedido en 1942, resaltamos el análisis científico del Dr. Julio Tobar Donoso:
Superficie perdida:
Sección Huachi, Gonzales Suárez, Tarqui 15,190.0 Km2
Sección Tarqui-Rocafuerte 3,362.5
Total: 18,552.5
Superficie ganada:
Sección Yaupi-Morona 312.5
Sección San Miguel-Putumayo 1,032,5
Sección Aguarico-Güepí 3,727.5
Total: 5,072.5
Pérdida neta: 13,480.0 km2
Lea más: Julio Tobar Donoso enjuicia el Protocolo y su negociación
En enero de 1942, en la ciudad de Río de Janeiro, se desarrollaba la Tercera Reunión de Consulta de Cancilleres para analizar la participación directa de los Estados Unidos de Norteamérica en la Segunda Guerra Mundial, motivada por la agresión japonesa a Pearl Harbor.
Durante aquella Reunión de Consulta, sin que contase en la agenda de discusión, los países garantes: EE.UU., Argentina, Brasil y Chile aprovecharon de aquella circunstacia para presionar a la delegación ecuatoriana (Doctores Julio Tobar Donoso, Carlos Tobar Zaldumbide, Héctor Albornoz, Luis Bossano, Eduardo Salazar Gómez y Juan Xavier Marcos), para que firmara el Protocolo que establecerá el límite definitivo, so pena de que el Perú continuase adentrándose en territorio ecuatoriano.
Una de las principales exigencias de la delegación ecuatoriana fue el retiro de las tropas peruanas, que permanecían en El Oro realizando una ocupación efectiva desde 1 de Agosto de 1941, las cuales iniciaron el retiro dos semanas después de la suscripción al Protocolo.
En cambio la delegación peruana buscaba evitar a toda costa cualquier salida al Amazonas, cortando las posibles rutas de navegabilidad y estableciendo los puntos fronterizos en zonas donde los ríos nacían, imposibilitando la navegación de barcos de alto calado y no en todas las épocas del año.
La negociación se llevó a cabo con la figura de la "prenda territorial" a favor de Perú y con las amenazas de que si no se llegaba a ningún acuerdo, la guerra sería direccionada a más ciudades del Ecuador.
Los límites y tierras que se discutieron, partieron a partir del último entendimiento de 1936 con la resolución del "Acta de Lima", que dejaba al Ecuador fuera de una presencia efectiva sobre la tierra que reclamaba, vale la pena mencionar también que debido a la derrota militar, existía un nuevo statu quo y el Ejército peruano había traspasado los puntos que fungían de frontera provisional hasta 1941.
Lea más: El primer encuentro entre la diplomacia peruana y ecuatoriana
El Protocolo obliga a renunciar a Ecuador los reclamos por una salida al Amazonas
El Protocolo de Río de Janeiro, que suponía una gran perdida de territorios donde ya no existía la presencia ecuatoriana, fue en realidad una resolución que le ponía fin a los reclamos territoriales del Ecuador, que a lo largo de la historia republicana (1830) se fueron dilatando, y llegada la década de 1940 ni Gobierno, ni militares, ni la sociedad en general se interesó en preservar el imaginario de las fronteras con una presencia efectiva y planes para evitar la desmembración y peor todavía, la invasión al suelo patrio.
Hasta inicios de 1910, la diplomacía ecuatoriana había extendido su trabajo y obtuvo el reconocimiento por parte del Brasil la frontera de la línea Apaporis-Tabatinga |
Territorios que poseía Ecuador y pasaron a manos peruanas en 1942
Superficie perdida:
Sección Huachi, Gonzales Suárez, Tarqui 15,190.0 Km2
Sección Tarqui-Rocafuerte 3,362.5
Total: 18,552.5
Superficie ganada:
Sección Yaupi-Morona 312.5
Sección San Miguel-Putumayo 1,032,5
Sección Aguarico-Güepí 3,727.5
Total: 5,072.5
Pérdida neta: 13,480.0 km2
Lea más: Julio Tobar Donoso enjuicia el Protocolo y su negociación
¿El interés era el petróleo del Oriente, nunca anexar Machala al Perú?
Muchos se preguntan ¿Por qué El Oro nunca fue anexado al Perú? cuando las intensiones sobraban y principalmente se había logrado rendir a la provincia en julio de 1941.
Analizando todos los hechos e información que es de dominio público y de libre acceso, la invasión a El Oro solo fue parte del plan de "prenda territorial", figura que sólo fue usada para "poder presionar" facilmente a la diplomacia ecuatoriana y negociar mejor un Tratado definitivo en base a las amenazas y la retaliación.
"La joya de la corona" sin duda eran los territorios amazónicos, donde se presumía ya desde 1930, existían grandes reservas de petróleo, un secreto a voces que era parte de las agendas de ambos gobiernos durante los tiempos de la pre-guerra.
Algunos autores sugieren que hubo un "interés petrolero", en base al lobby que venían haciendo las petroleras Shell en Ecuador y la Standard Oil en Perú para extraer el crudo especificamente del Oriente, finalmente ambas compañias obtuvieron sendos contratos de explotación en las zonas recién delimitadas. ¿Rumor, verdad a medias o simplemente mera coincidencia?.
Algunos autores sugieren que hubo un "interés petrolero", en base al lobby que venían haciendo las petroleras Shell en Ecuador y la Standard Oil en Perú para extraer el crudo especificamente del Oriente, finalmente ambas compañias obtuvieron sendos contratos de explotación en las zonas recién delimitadas. ¿Rumor, verdad a medias o simplemente mera coincidencia?.
En 1941 pareciera que el Gobierno peruano impulsado por su clase militar, aplicaron una formula simple pero "casi perfecta" para poder retener la mayor cantidad de territorios amazónicos que se creían petroleros: Iniciar una campaña militar a gran escala para luego exigirle al Ecuador que renuncie a la poca amazonía que de facto ya le pertenecía, sosteniendo la agresión en base a los reclamos de un documento de 1802, "Estamos 1941 y ahora estamos ejerciendo una posesión sobre esos territorios, renuncien o absténgase a las consecuencias".
La delimitación nos despojó de la mayoría de territorio de selva amazónica en la región de Andoas, Rio Corrientes, Pastaza, Tigre y Curaray, territorios que se creían petroleros, por eso la Cancillería peruana no hizo muchas concesiones para retener el "Triángulo de Sucumbíos", región que figuraba fuera del statu quo según el "Acta de Lima" de 1936 y paso a manos ecuatorianas tras la firma del Protocolo de Río.
Lea más: El testimonio de Julio Tobar Donoso
La inejecutabilidad y posterior nulidad del Protocolo de Río
Hasta 1998 la tesis de inejecutabilidad y nulidad del Protocolo de Río de Janeiro era uno de los temas más debatidos y comentados, aparte que existía una mayoría que declaraba que la nulidad era una causa justa ya que en 1942 Ecuador fue obligado "con una pistola en la cabeza" a firmar dicho documento.
Destacamos los siguientes aspectos que hacían inejecutable al Protocolo de Río:
- La firma del Protocolo fue producto de la coacción. Nuestros representantes no tuvieron libertad de decisión, previa la suscripción del documento.
- No hubo causa justa, pues la firma no suponía únicamente la terminación del conflicto: incluía también la pérdida de extensos territorios arrebatados por la fuerza.
- La ejecución fisica resultaba imposible: en el sector de la Cordillera del Cóndor no existe la realidad geográfica mencionada; es decir, el divortium aquarum de los ríos Zamora y Santiago, que consta en uno de los artículos referenciales para la delimitación definitiva.
- La imposición de la firma del Protocolo viola el Art. 3 de la Resolución de la Conferencia de Lima de 1938 que puntualiza "No es lícito el uso de la fuerza como instrumento de la política internacional".
- Transgrede el Art. 4 de la Resolución XVI, aprobada en la Segunda Reunión Consultiva de Cancilleres Americanos celebrada en La Habana en 1940, que especifica: "América reafirma su anhelo de evitar que en este continente se emplee la fuerza como medio de solución de las disidencias entre las naciones, y de apelar consiguientemente solo a medios jurídicos o pacíficos".
- La Conferencia Panamericana de Consolidación de la paz, reunida en Buenos Aires proclama: "El no reconocimiento de ninguna adquisición territorial hecha por la violencia". En definitiva, el Derecho Internacional Americano "no reconoce la conquista territorial por la fuerza o la violencia".
Lea más: ¿Por qué las acciones de Porotillo y Panupali fueron importantes para la diplomacia ecuatoriana?
El Presidente José María Velasco Ibarra en Riobamba declarando nulo el Protocolo de Rio de Janeiro |
“El Protocolo de Rio de Janeiro es nulo, de nulidad absoluta”. Así lo proclamó el Presidente José María Velasco Ibarra el 17 de Agosto de 1960 en un fogoso discurso en la ciudad de Riobamba con motivo de la inauguración del monumento al Capitán Edmundo Chiriboga Gonzáles, caído heroicamente en la desgraciada guerra del 41.
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