miércoles, 15 de agosto de 2018

Los Roosevelt, Estados Unidos, y el interés militar por las islas Galápagos (Parte I)

Seated in the well deck of USS Houston (CA-30), with a shark he caught in Sullivan Bay, Galapagos Islands, July 1938. A sailfish is being hoisted up in the left distance. Courtesy of Otto Schwartz, USS Houston Association, 1982.

El especial interés de Roosevelt a las islas Galápagos y su visita de 1938, cuatro años después el Archipielago sería ocupado por los estadounidenses para la defensa del Canal de Panamá.

Durante la Segunda Guerra Mundial, las Islas Galápagos tenían un gran secreto: Base Beta, cariñosamente apodado "The Rock" (La Roca) por el personal militar norteamericano.

Esta fue una base militar de los Estados Unidos, establecida para proteger el acceso occidental del Canal de Panamá de una posible incursión de la Marina Imperial japonesa.

Desde principios del siglo XX los EE.UU. habían estado interesados en el Archipielago y su posición estratégica para la defensa de los recursos de Sudamérica, y con el estallido de la guerra en Europa y después del ataque a Pearl Harbor, las presiones contra el Gobierno de Carlos Arroyo del Rio para construir una base militar se intensificaron. 

La presencia estadounidense en las islas ecuatorianas fue muy particular en 1938, ya que el mismísimo presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt visitó Galápagos. 

La visita de Roosevelt no se trató de una visita presidencial como tal, no hubo ni bombos ni platillos, tampoco hubo una delegación que recibiera a tan importante mandatario, "a modo de presentación", la marina estadounidense convencía así a su presidente de lo importante y estratégico de nuestro Archipielago para la defensa de las reservas petroleras en Perú y del Canal de Panamá.

En la gráfica posa la tripulación norteamericana del B-18 en el que realizaron el vuelo de inspección a las islas Galápagos, constan el Teniente Bayardo Tobar, Capitán Leonidas Hidalgo y Teniente Gonzalo García, el 9 de mayo de 1940. Fuente: Historia de la FAE

En 1940, los rumores de que los isleños afirmaron haber visto submarinos alemanes en aguas de las Galápagos llegaron hasta el continente, de la mano con estos acontecimientos, se intensificó más la diplomacia estadounidense y la presión contra el Ecuador para solucionar la presencia alemana en el Ecuador y obtener el permiso de ocupación para la creación de Base Beta. 

El 5 de julio de 1941, en una guerra no declarada, Perú inicia la invasión a nuestro país, sin una marina de guerra o aviones de combate, que habían sido promesa de los Estados Unidos en compesación al alquier de las Galápagos, no llegaron sino hasta un año después a nuestro poder y en pequeñas cantidades, ese mismo año Ecuador cerraba el contrato de alquiler y ocupación de las islas.

Debido a su paisaje plano y su ubicación geográfica (en el centro del archipiélago de Galápagos), se eligió la isla de Baltra o South Seymour como centro de operaciones y logístico del personal militar en el Ecuador.

La construcción de la base comenzó a inicios de 1942, y en cuestión de meses, Base Beta tenía dos pistas de aterrizaje y 200 edificios, incluidos cuarteles, oficinas, hangares, cines y cervecerías. Era el hogar de más de 2.400 militares y 750 civiles. 

Los ecuatorianos podían hacer uso de las instalaciones estadounidenses en la isla, pero los militares ecuatorianos no tenían poder de mando sobre sus pares norteamericanos

En "La Roca" hasta había el tiempo necesario para jugar baseball

La demanda de la base de agua dulce, pescado y otros suministros dio trabajo a los galapagueños locales.

Los hombres estacionados ahí durante la Segunda Guerra Mundial llegaron a llamar a la Base Beta "La Roca", un militar le explicó a la Primera Dama Eleanor Roosevelt durante su visita de 1944: "Si movías una roca, encontrarías dos más debajo". 

Los marines tuvieron que soportar este paisaje estéril bañado en polvo rojo oscuro, material piroclástico producido por las erupciones volcánicas. Al no llegar nunca a entablar combate, los soldados acantonados en el Archipielago, no tenían otra actividad que la pesca de altura, cazar iguanas y tener cabras salvajes como mascotas. 

La moral era baja, o mejor dicho el aburrimiento, por lo que las temporadas en las Galápagos se limitaban a seis meses.

Los EE. UU. también tenían instalaciones en la Isla San Cristóbal , principalmente para abastecer a Baltra con agua dulce, también se comenzó a planificar pistas aéreas en isla Española e Isabela, pero los proyectos se abandonaron.

Sobre Isabela, se logró construir una antena de comunicaciones en la parte más alta de la isla, muy cerca al sector turístico del "Muro de las Lágrimas".

Después de la Segunda Guerra Mundial, los EE.UU. entregó la base dala Fuerza Aérea (FAE) y al gobierno ecuatoriano en 1946, los edificios e infraestructura fueron desmantelados.


Un oficial ecuatoriano saluda a los marines acantonados en Base Beta

Una delegación ecuatoriana junto a la estadounidense desembarcando en la isla de Baltra

La pista de aterrizaje y actual aeropuerto de Baltra es parte de esas antiguas instalaciones, inclusive las plataformas de concreto de los edificios antiguos del Canal de Itabaca fueron parte de las bases americanas en las islas.

Una vista de la torre de control y parte de la pista de aterrizaje de Baltra

Toma aérea de la isla de Baltra

Anexo fotográfico:

Uno de los pasatiempos de los marines en las islas Galápagos, fue el de criar cabras

La primera dama de los Estados Unidos, Eleanor Roosevelt visitó Quito, donde se reunió con la esposa de Carlos Arroyo del Rio, Elena Yerovi Mateus, de ahi partió a Base Gama en Salinas y visitó las islas Galápagos del 31 de marzo al 2 de abril de 1944

Bases americanas y británicas en Sudamérica y Centroamérica


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