La defensa antiaérea de Guayaquil en 1941

Vista parcial de la ciudad de Guayaquil desde el cerro Santa Ana, inicios de los años cuarenta

Desde un principio se temió a las incursiones aéreas una vez iniciada las hostilidades, el puerto principal siempre ha estado en la mira desde 1859 tras la primera invasión peruana a la ciudad.

Después del periodo de independencia, algunas repúblicas sudamericanas mantuvieron una visión colonialista en contra de sus vecinos, el primer caso que registró Ecuador fue la invasión peruana de 1859 al puerto de Guayaquil, el Mariscal y Presidente Ramón Castillo desembarcó y ocupó las haciendas del Buijo y Mapasingue.

Pese a estos actos de "diplomacia a la antigua", el Gobierno ni los mandos ecuatorianos se tomaron en serio la defensa del país, sobretodo en los sectores más estratégicos que lo ameritaban.

El Ecuador de 1941 no había podido desarrollar una fuerza necesaria para al menos disuadir las aspiraciones territoriales del Perú, el puerto principal llegaba a la contienda desprotegido, sin una marina o la defensa necesaria para evitar incursiones enemigas.

Con estas limitaciones y tras dividir el material de guerra, la seguridad de Guayaquil contra ataques aéreos del Perú, se le fue confiada al personal de artillería antiaérea de la IV Zona Militar.

En 1941 la concentración de habitantes de la ciudad estaba situado desde los astilleros del sur, pasando por el centro, hasta el cerro Santa Ana y el barrio de Las Peñas.

De entre los partes de campaña y acciones que se tomaron en la ciudad destacamos las siguientes:

El mayor Hernán Dávila, excomandante de esa unidad, nos hace conocer en su informe: "Muchos días antes del 30 de junio de 1941, los comandantes de las unidades que guarnecían la ciudad de Guayaquil, fuimos informados personalmente por el Sr. Coronel Comandante de la Zona, Don Luis A. Rodríguez ciertos movimientos sospechosos que efectuaban los peruanos en la frontera con el Ecuador, con la señal evidente de querer atacar las posiciones ecuatorianas. Con tal motivo nos ordenó tener en todo momento nuestras unidades para cualquier contigencia."

Como las necesidades de seguridad eran multiples y necesitaban de las piezas de artillería, tenían que tratar de satisfacer las diversas necesidades. Cuando el Aviso "Atahualpa" tenía que ir a la provincia de El Oro; el Comandante de la Zona, narra el mayor Dávila, "me ordenó que pusiera a órdenes del Comandante del Aviso una pieza antiaérea Breda completa del grupo a mi mando, orden que se cumplió de inmediato el 30 de junio enviando al sargento 2do Julio C. Burbano con cinco operadores, una pieza Breda completa, con 888 cartuchos antiaéreos, seis fusiles, 357 cartuchos de fusil, embarcación que salió luego a su destino."

El Atahualpa estuvo al mando del Comandante Victor Naranjo Fiallo y supo repeler desde los primeros días de la contienda las incursiones aéreas adversarias en Puerto Hualtaco y Puerto Bolivar.

Al referirse a otros puestos de artillería antiaérea creados durante la contienda, nos cuenta el mayor Dávila:

"El Comandante de Zona me ordenó preparar un destacamento al mando de un oficial el cual partiría a la noche con otros contigentes de otras unidades y con destino a la provincia de El Oro. Nombré al Teniente Julio C. Samaniego para que comandara al destacamento." 

En otro párrafo del informe se lee: "En previsión de un posible ataque aéreo peruano a la ciudad de Guayaquil se me ordenó tomar posición con las baterías antiaéreas del grupo, disponiendo la defensa de la siguiente forma...

Posición N°1 Santa Ana                                   Dos piezas Breda

Posición N°2 Palacio Municipal                       Dos piezas Breda

Posición N°3 El Salado                                    Dos piezas Breda

Red de Enlaces:                                                 Para todas las posiciones y el comando de Grupo"

Referencia: Soldados finlandenses manejan un cañon Breda M35, se necesitaba en un alrededor de 5 o 6 personas para operar en optimas condiciones esta pieza de artillería, foto tomada cerca de Rusia en septiembre de 1941

Lea más: Las armas de 1941

"La defensa estaba complementada con seis ametralladoras Fiat y una ametralladora Z-B, las cuales eran móviles, transportadas sobre vehículos prestados por civiles. Con el personal sobrante, y para el resguardo del cuartel, el teniente de comisariato José M. Sánchez."

A lo anotado debe añadirse que el 20 de julio se dispuso que al Cañonero "Calderón", que debía proteger motonaves que navegarían rumbo a la provincia de El Oro, se le comandara personal de artillería y dos cañones Breda. Justamente, fue este personal que se cubrieron de gloria el 25 de julio de 1941, en el combate naval de Jambelí.

Fiat-revelli Modello 1914

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